José Bono y Aitor Gómez celebran su no boda: ABBA, pantalones de campana y estrictas medidas de seguridad

  • José Bono Jr. y Aitor Gómez han celebrado una fiesta centrada en los años 70 para festejar el que habría sido el día de su boda

El 20 de junio iba a ser uno esos días inolvidables en la vida de José Bono Jr, el hijo del exministro castellano-manchego. Esta había sido su fecha escogida para pasar por el altar con su novio, el periodista Aitor Gómez. Sin embargo, la crisis sanitaria derivada del coronavirus ha obligado a la pareja a cancelar el evento y a aplazar su deseado enlace hasta julio del año que viene. Una mala noticia que no han dudado en revertir aprovechando que se ha acabado ya el estado de alarma. José y Aitor han llamado a su entorno más íntimo y han celebrado con ellos una fiesta alternativa en la que han ido caracterizados como si estuvieran en los mismos años 70.

“Por causa mayor no tuvimos nuestro gran día, pero nunca se nos acabarán las ganas de celebrar. Celebrar el amor, celebrar la vida, celebrar las grandes familias que tenemos y celebrar la maravillosa familia que uno elige, los amigos. También hubo tiempo para acordarnos de los que ya no están, pero sobre todo, para bailar, disfrutar y pasar tiempo con los que más queremos”, explicaba el periodista en su Instagram con una foto de su prometido caracterizado para la ocasión, donde le lanzaba un bonito mensaje: “El año que viene será nuestro gran año, si nada de nuevo lo impide. Afortunado de tenerte, de tenernos. Te quiero”.

Con unos pantalones ajustados de campana, zapatos con tacón y una caracterización digna de los años 70 -con peluca y bigote incluidos- la pareja daba la bienvenida a la fiesta a los más de 30 invitados que también estaban dispuestos a retroceder en el tiempo con sus atrevidos looks. Entre familiares y amigos también se encontraban disfrutando de esta celebración los hermanos de José y su madre, Ana Rodríguez Mosquera, que no dudaba en subirse al escenario con una amiga y su consuegra, la madre de Pablo, para sorprender a los novios con una actuación del musical 'Mamma Mia'. Con sus disfraces en color rojo y gris, las tres cogieron el micrófono y empezaron a cantar las conocidas 'Dancing Queen' y 'Super Trouper' mientras bailaban al compás, tal y como lo hace el grupo de Meryl Streep en la mítica película.

Entre música de DJs, cóctel, lentejuelas, plataformas y posados en un photocall preparado con la ocasión – con globos y una bola de discoteca – los invitados disfrutaban de la fiesta respetando ante todo las recomendaciones sanitarias impuestas durante estos meses por el coronavirus. Geles hidráulicos para limpiarse las manos en todo momento y porciones de comidas individuales para evitar un posible contagio fueron algunas de las medidas de seguridad que tomaron la pareja. “Nos quedamos sin boda este año, pero no sin fiesta... Muchas gracias a todos los que nos acompañasteis, hicisteis de ese día Mi Gran Noche”, agradecía la asistencia el hijo del expresidente de la cámara baja a todos sus invitados a través de una foto en Instagram en la que salen junto a ellos en la fiesta.

La historia de amor de José Bono y Aitor Gómez

José concedía una entrevista para la revista Vanity Fair donde explicaba cómo conoció al periodista mientras estaba tomando algo en un bar de Madrid. “Fue gracias a su prima hermana, que es una de mis mejores amigas y también monta a caballo. Nos gustamos desde el primer momento. Tuvimos mucha química”, explicaba en sus páginas, donde no dudó en recrear cómo fue la pedida de mano mientras estaba “en un país homófobo”. "Yo le pedí matrimonio a Aitor durante un viaje que hicimos hace unos meses a Egipto. No hubo anillo, sino reloj. Fue a puerta cerrada, en la habitación del hotel”, explicaba.

Desde ese momento la fecha no es lo único que han tenido que cambiar los novios, que habían organizado el enlace en un primer lugar en el Ayuntamiento de Toledo. El número de invitados y las condiciones provocaron que cambiaran la ceremonia al Palacio de Galiana, situado a orillas del río de Toledo y con unas bonitas vistas a la ciudad. Con la crisis del coronavirus, la pareja confirmaba que habían cambiado de nuevo el emplazamiento, y que habían decidido finalmente darse el ‘sí quiero’ en el castillo de Batres, una finca de 80 hectáreas localizada a tan solo 30 minutos de Madrid.