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La pandemia ha acelerado los cambios en materia de tendencias nupciales. Lo que la década pasada estaba de moda, este año ya no sirve; las parejas han tenido que modificar sus planes de boda para este año y, ante las restricciones provocadas por el COVID-19 y los retrasos de las celebraciones, ya se empieza a ver cómo será el aspecto de los próximos años.
La celebración de bodas y eventos entre 2020 y 2021 es una de las actividades sociales más perjudicadas por la pandemia. La incertidumbre no permite a las parejas saber cuándo y cómo podrán celebrar su unión, aunque con paciencia y buena mano hay una serie de decisiones que ya se pueden tomar. Ante todo, si el enlace está próximo en el tiempo, lo mejor es evitar las aglomeraciones, apostar por espacios abiertos y amplios y cumplir con todas las medidas sanitarias.
Además, para que puedas empezar a programar todo, en Divinity.es hemos rebuscado entre las tendencias más afectadas por la pandemia, aquellas que probablemente desaparezcan en los próximos meses. Aquí te traemos cinco de las más significativas:
En las bodas más grandes, y en particular en las de noche, el catering buffet ha sido una forma muy popular de servir la cena a los invitados. Sin embargo, la pandemia ha convertido esta práctica en una moda muy insegura, y cada vez menos parejas optan por los buffets para su enlace.
Lo más seguro es optar por cenas con platos individuales y sitios estáticos. En ese sentido, las recepciones, en las que también suele pasarse comida y bebida mientras los novios agradecen a cada invitado su asistencia a la boda, también están desapareciendo, al menos este año. En muchos casos, cuanto más sencillo, menos riesgo de contagio.
Las gymkanas y las discotecas no han sido la opción favorita para las despedidas de soltera este 2020. Muchas parejas han decidido celebrar la fiesta previa a la boda en privado, en casas de alquiler y en grupos reducidos, para evitar los bares abarrotados y los clubes nocturnos. Una alternativa íntima y económica que podría quedarse con nosotros de ahora en adelante.
En el año en el que los españoles han reducido su consumo y disparado el ahorro (la tasa de ahorro de los hogares españoles llegó al 31,1% de su renta disponible en el segundo trimestre de 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística), los organizadores de bodas esperan que las grandes y costosas ceremonias desaparezcan.
Así lo explicaba Amy McCord Jones a Business Insider, donde declaró que “la industria de las bodas ha experimentado grandes cambios en los últimos 10 años, y las bodas exageradas pueden dejar de ser la norma durante mucho tiempo. Creo que las parejas en 2021 adoptarán un enfoque más sencillo para sus bodas”.
Hace 20 años, parecía impensable no elaborar una lista de regalos para cualquier boda. Ahora, muchas de las parejas que se casan optan por no hacerlo; en su lugar, prefieren pedir dinero para la luna de miel o una donación benéfica, por ejemplo.
No tiene sentido pedir menaje para el hogar, como la tradicional vajilla, cuando muchas de las parejas que se casan ya viven juntas antes del enlace. Por eso, las listas de bodas han quedado relegadas a un segundo plano.
El aforo y las medidas de seguridad de los enlaces pueden cambiar según la comunidad autónoma en la que nos encontremos. Por eso, muchas parejas han optado este año por la transmisión de sus enlaces en streaming, a través de cualquier plataforma; es una forma sencilla y bonita de compartir el gran día con amigos y familiares que están lejos.
Algunos organizadores de bodas apuntan a que esta tendencia se quedará con nosotros un tiempo. A fin de cuentas, apenas tiene costes, y los servicios para retransmitir los enlaces mejoran a pasos agigantados.