Charlene de Mónaco narra en primera persona su delicada situación: "Es difícil y doloroso"

"Pasé por un momento muy difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas". Esta frase podría resumir los quince meses más difíciles en la vida de Charlene de Mónaco. La preocupación por la princesa monegasca era extrema hace un año, cuando se vio obligada a desaparecer de la vida pública. Un 9 de febrero de 2021 se esfumó. Y hasta que reapareció un 30 de abril de 2022 la pregunta de '¿qué está pasando con Charlene?' paralizó el Principado.

A lo largo de ese largo año sin agenda 'royal' se dijo de todo. Hasta que a su esposo, el príncipe Alberto de Mónaco, no le quedó otra que dar explicaciones sobre su estado y paradero. Todo comenzó durante un viaje a Sudáfrica, su país de origen, que se alargó más de lo esperado. Una infección otorrinolaringológica severa fue el principio de una larga cadena de desgracias que hicieron que Charlene pasase en varias ocasiones por quirófano y que se quebrase su salud mental.

Pasé por un momento muy difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia

Un "profundo agotamiento físico y emocional", palabras textuales que emplearon para definir su problema, provocó su ingreso en una prestigiosa clínica europea que pasó a ser su residencia durante una larga temporada, la necesaria para retomar su actividad profesional y recuperarse emocionalmente de este bache para el que se puso en manos de profesionales.

Un "camino largo, difícil y doloroso" que ella misma, la propia Charlene, se ha encargado de narrar en una esperadísima entrevista para la revista sudafricana News 24 de la que se ha hecho eco el medio Monaco Tribune.

Las declaraciones más reveladoras de Charlene de Mónaco

Aunque no quiere "ir muy rápido" y está seleccionando cuidadosamente sus apariciones públicas (la más reciente, una visita junto a su marido al Papa Francisco), la princesa ha asegurado estar "más tranquila", un paso enorme en este complejo proceso. "Mucho más fuerte físicamente", Charlene está "totalmente entregada" a sus proyectos personales presentes y futuros, aunque su prioridad están "las necesidades de sus hijos" Jacques y Gabrielle, en los que está volcada.

"Mi vida diaria gira en torno a ellos. Han estado muy ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como sus iniciaciones al buceo y salvamento marítimo". Pero esto de crecer como dos niños 'normales' no quita que apellidarse Grimaldi les confiera unas obligaciones de las que han de ser muy conscientes, también ahora: "Creo que es importante que tomen conciencia desde una edad temprana, que sepan que nuestro entorno es frágil y que es necesario respetarlo y preservarlo a través de pequeñas acciones".