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Histórico funeral el que se ha desarrollado en la mañana de este 5 de enero en la plaza de San Pedro del Vaticano. Seis días después de la muerte de Benedicto XVI, que fallecía el pasado 31 de diciembre a los 95 años casi una década después de renunciar a su título de Papa, la Santa Sede ha puesto toda su maquinaria en marcha para despedir al que fue cabeza visible de la Iglesia católica antes de ceder su lugar a Francisco I, actual pontífice y encargado de oficiar la ceremonia junto al cardenal decano Giovanni Battista Re, 400 obispos y 4.000 sacerdotes.
Un acto que, a pesar de ser multitudinario, ha destacado por su sobriedad y frialdad. Petición expresa del difunto, que llevaba casi una década retirado de la vida pública.
Sin embargo, el hecho de que por ser Papa también haya sido soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano ha justificado la presencia en esta misa de múltiples mandatarios y miembros de las casas reales europeas.
Entre ellas, la de la reina Sofía, que ha viajado hasta allí en representación de nuestra familia real, que en unas horas tendrá que oficiar en Madrid la tradicional Pascua militar del 6 de enero.
De riguroso luto, con un abrigo de paño que impedía apreciar el estilismo que la emérita había escogido para esta ocasión, la madre de Felipe VI se ha presenciado a primera hora de la mañana en la plaza de San Pedro sin su esposo, el rey Juan Carlos, que justo hoy está celebrando su 85º cumpleaños en Abu Dabi, a kilómetros de distancia.
Junto a él se encuentran sus hijas Elena y Cristina, que han querido estar a su lado en un día tan especial como este. No habría sido extraño que ambos eméritos hubiesen acudido juntos, algo que sí sucedió en septiembre de este año, cuando compartieron bancada en el funeral de la reina Isabel II de Inglaterra.
Además de la reina Sofía, sentados a su lado estaban el rey Felipe de Bélgica y su mujer Matilde. También las delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania, país de nacimiento de Benedicto XVI, así como otros muchos mandatarios mundiales y líderes religiosos.