La 'rivalidad' entre Charléne de Mónaco y su cuñada Carolina: de su estilo de vida a no ser "digna sucesora"

La vida de la princesa Charléne de Mónaco no ha sido fácil, sobre todo después de llegar a la familia real monegasca. La monarca siempre se ha mostrado en público con un rostro serio, rozando la tristeza. Así, han sido mucho los rumores sobre la situación de la exnadadora dentro de la familia real, alegando que, posiblemente, no se encontrara del todo cómoda con su papel. Además, durante su boda con Alberto de Mónaco fueron muchos los rumores que surgieron sobre una posible fuga fallida de la novia. Y no solamente eso, Charléne no tiene buena sintonía con uno de los miembros fundamentales de esta casa real; la princesa Carolina de Mónaco.

Lo cierto es que Charléne ha estado, en los últimos tiempos, “de baja”. Es decir, se fue hasta Sudáfrica, su país natal, donde se sometió a una intervención por un problema de oído que sufría. Después, tal y como confirmó la casa real, se había quedado una temporada allí porque no podía coger un avión en medio de la recuperación.

Fueron muchos los rumores que afirmaron que, en realidad, la princesa de Mónaco había decidido poner tierra de por medio con su marido. O mucho peor: no quería coincidir a su cuñada Carolina. Pero, ¿de dónde viene esta eterna rivalidad?

Carolina de Mónaco pensó que Charléne podría eclipsarla

Varias fuentes apuntan a que Carolina no vivió bien la llegada de Charléne a la familia. Esto se debe a que, probablemente, pudo pensar que la exnadadora podía llegar a eclipsarla y que ella quedaría relegada a un segundo plano. Además, antes de la llegada de Jacques y de Gabriella, el trono recaería en ella ante el fallecimiento de su hermano. Tanto es así, que Charléne comentó a su entorno que Mónaco era “un pueblo poblado de tiburones y víboras”, dejando constancia de la poca simpatía que le producía el pequeño país. 

Durante la ausencia de Charléne, Carolina ha asumido sus funciones

A pesar de todo, ha sido Carolina quien ha cogido el relevo de su cuñada durante esos meses que ha estado alejada de Mónaco. Fue ella quien asumió la mayoría de tareas de representación del Principado de Mónaco junto a su hermana Estefanía y sus hijos. Para ella no fue nada nuevo, lo había hecho desde la muerte de su padre hasta la llegada de Charléne a la familia. 

Carolina no vería en su cuñada a una "digna sucesora"

Otras fuentes apuntan a que Carolina no ve en la princesa a una digna sucesora de la corona monegasca. En cambio, con Estefanía las cosas son diferentes. Ambas comparten su afición por el deporte y por cualquier tipo de sofisticación. Ellas se sienten más “campechanas”, más cercanas al pueblo, sin necesidad de lucir ni ropa ni joyas caras. 

Este año van a tener que coincidir más de lo que quisieran

Con todo, parece ser que durante este 2023 Carolina y Charléne van a tener que coincidir más de lo que quisieran. Este año, se cumplen 100 años del nacimiento del príncipe Rainiero y Mónaco prepara una infinidad de actos y eventos multitudinarios para conmemorarlo con varias fiestas y celebraciones. Todos ellos están bajo la dirección de la princesa Estefanía y con un Alberto de Mónaco dispuesto a todo para honrar a su padre. 

Uno de estos primeros eventos tuvo lugar en septiembre de 2022. Con esta situación, se pensaba que Charléne acudiría alegando sus problemas de salud, pero sí lo hizo. Eso sí, la princesa se mantuvo en un segundo plano en todo momento, detrás de su marido. Detrás de ella también iban Carolina y los hijos de Estefanía, Camille Gottlieb y Louis Ducruet. Fueron ellos quienes sirvieron de muro entre Charléne y Carolina quienes no cruzaron ni una sola mirada en todo el evento.