20 testigos, 20 minutos y la discreción como bandera: recordamos la boda de Carolina de Mónaco con Stefano Casiraghi

El 29 de diciembre de 1983, Carolina de Mónaco contraría matrimonio con el empresario italiano Stefano Casiraghi en una discretísima boda civil a la que solo asistieron unas 20 personas, nada que ver con la boda que en 1978 la unió en matrimonio a Philippe Junot en una ceremonia religiosa a la que acudieron 800 invitados entre los que no faltaron miembros de la aristocracia y algunas grandes estrellas de Hollywood.

En la boda de Carolina y Stefano hay demasiados elementos que indican que la discreción fue la pauta que marcó este enlace, tanto por que el anuncio se hizo apenas 10 días antes de la boda, como por el lugar elegido para oficiar la ceremonia.

Carolina y Stefano se habían conocido ese mismo verano, un momento en el que ambos tenían pareja, ella era novia de Roberto Rosellini y él de Pinuccia Macheda, se casaron seis meses después de conocerse y cinco meses después de la boda nacía Andrea, su primer hijo en común.

El vestido de novia de Carolina de Mónaco

La casa francesa Christian Dior fue la elegida para confeccionar el vestido de novia con el que Carolina de Mónaco se casó con Stefano Casiraghi, la misma firma encargada de vestirla en su boda con Philippe Junot.

El diseñador del vestido fue Marc Bohan, por entonces director creativo de la legendaria casa de moda, que creó para ella un ‘pale wrap dress'. El modelo que el modisto regaló a la princesa (valorado en unas 250.000 pesetas de la época) fue un vestido confeccionado en crepé de seda en color crudo, de patrón cruzado con pliegues en el cuerpo, mangas murciélago y largo midi. El modelo se completaba con un cinturón trenzado, zapatos nude y un sencillo lazo que hacía las veces de tocado.

El lugar en el que se celebró la boda

La primera boda civil de Carolina de Mónaco -y después la de su hermano Alberto- se ofició en el salón del trono, pero la que le unió en matrimonio con Stefano Casiraghi -que para los católicos monegascos era un enlace ilegítimo-, se celebró en el salón de los espejos ante el presidente del Consejo de Estado del principado, con solo 20 testigos y en 20 escasos minutos.

La muerte de Stefano y la legitimación

De este matrimonio, que como ya es sabido acabó en 1990 con la muerte de Stefano Casiraghi en un accidente mientras practicaba off-shore en la bahía de Montecarlo, nacieron Andrea, Carlota y Pierre. Los descendientes del matrimonio eran considerados ilegítimos. La familia tuvo que esperar a que en 1992 se produjera la nulidad del matrimonio de Carolina con Philippe Junot y a que en 1993 el papa Juan Pablo II firmara un decreto declarándolos hijos legítimos para que de este modo pudieron ser incluidos en la sucesión al trono.