Nuria Marín: "A Leonor le diría que no haga caso a los 'señoros', que es Borbón, pero también Ortiz"

Dos décadas dan para mucho. Más en un mundillo tan cambiante y que se mueve a un ritmo tan vertiginoso como es el de la televisión y el periodismo. En apenas veinte años, Nuria Marín (Lleida, 1981) ha sido guionista, redactora, colaboradora, presentadora, coordinadora y directora de programas. Ha conocido, entrevistado y tratado a famosos de todo tipo de pelaje. Y ahora, suma una nueva faceta a su currículum, debutando como escritora con 'Soy Afrodita', una novela que combina mitología griega con el mundo actual y en la que están muy presentes las redes sociales, esas en las que la catalana está generando una auténtica revolución en lo que al papel cuché se refiere. Con ella, en una entrevista para Divinity.es, hablamos de la familia real, del amor en tiempos de Instagram, de sus millones de seguidores en TikTok y, por supuesto, de salseos, 'royal' o no.

Las redes y las influencers, punto de partida de 'Soy Afrodita', la novela de Nuria Marín

Aunque el gran público la conoció en la pequeña pantalla (en formatos como 'Cazamariposas', 'Sálvame' o 'Socialité'), la periodista se inició profesionalmente en las revistas. La mítica 'Superpop' fue una oportunidad de conocer a famosos de primer nivel, de entrevistar a los Backstreet Boys y mezclarse con los Take That. También de acercarse a la mitología, cuando "traducía" el horóscopo que le pasaba el astrólogo correspondiente a un lenguaje idóneo para el público adolescente. Una auténtica escuela que le sirve a día de hoy para ponerle perspectiva a un panorama vip totalmente nuevo. "Me he encontrado con gente que por estar en cinco minutos en un reality se cree Beyoncé", admite sobre algunos famosos de nuevo cuño.

Fue allí también donde surgió su idilio con la diosa griega del amor y la belleza. La protagonista de su primera novela, que recomienda a "toda esa gente que necesita un empujoncito", acaba descubriendo que es la reencarnación de la mencionada deidad. Un punto de partida delirante que da paso a una obra no menos disparatada y muy entretenida, en la que las situaciones y el lenguaje hacen inevitable ponerle la cara y la voz de la presentadora a su personaje principal, aunque la propia Nuria niegue que esta sea una obra autobiográfica. "Tiene mucho de mí en cuanto que es muy patosa, en la situación más épica hará algo totalmente fuera de lugar o dirá lo más inapropiado cuando no toca", reconoce sobre la creación de esta mujer que trabaja con influencers y a la que su novio le ha puesto los cuernos.

El panorama vip actual se va "encutreciendo", según Nuria Marín

Con esas dos décadas de carrera a sus espaldas en el universo de la prensa rosa, la de Marín es una de las voces más autorizadas en la materia. Pero, además, el suyo se caracteriza por ser un perfil coherente, que no teme en hablar sin pelos en la lengua de lo que opina verdaderamente de los personajes y tramas, lejos de esos periodistas del mundo del corazón que muchas veces se convierten en altavoz de un determinado famoso, algo que cree que la gente "percibe"." Utilizar una amistad para conseguir contenido te acaba pasando factura, se acabará rompiendo", considera. Una actitud que le ha valido algunos piques sonados, como los derivados de sus palabras sobre Tamara Gorro o Aitana.

Crítica se muestra con ciertos comportamientos de ciertas influencers, tribu digital en la que no se incluye pese a su abultado número de seguidores y que aparece constantemente en la novela, plagada de 'easter eggs' de famosos reales. "El mío es un caso atípico, yo conecto con gente superjoven y tengo cuarenta y dos años", apunta. Aunque respeta su trabajo, considera que son mundos distintos. Y que lo que estas vips publican puede tener un importante impacto en la conducta de la gente joven.

"Es peligroso y no es culpa de los influencers, eso no lo pueden controlar", señala, por ejemplo, sobre el amor idealizado en Instagram. Unos estándares románticos que no le afectan personalmente en la relación que mantiene desde hace veintidós años con el también periodista Juan Luis de Paolis; una pareja, según ella, de fácil convivencia que se pasa el día hablando. "Aunque somos muy diferentes, tenemos muchas cosas en común", se sincera.

Nuria, fan confesa del Hollywood de antes y de las familias "de hoy y de siempre", tiene claro que actualmente "el famoseo se va encutreciendo" a nivel global (no solo en España). Tal vez por echar de menos ese glamur quiso redimirse dando su particular punto de vista sobre el mundillo en TikTok. El éxito es apabullante: dos millones de seguidores y unas cifras de visualizaciones astronómicas: casi ocho millones en un vídeo sobre el vestido que lucía Jackie Kennedy cuando su marido fue asesinado. Ni ella misma esperaba tal notoriedad, pero entiende que la gente, simplemente, esta "ávida de historias". "A los niños les encantan los cuentos porque son familiares, y a la gente adulta le pasa lo mismo. Quieren que les vuelvas a contar esa historia que ya conocen, pero con otro lenguaje", sugiere.

Nuria Marín envía un mensaje a Leonor y analiza la casa real española

Ese lenguaje se deja ver también en sus 'royal salseos', en los que analiza la información referente a la familia real. Muy crítica se muestra también Marín con respecto a la actual política de comunicación de una casa real, la española, especialmente hermética. "Deberíamos de conocerlos más", asegura Marín, que señala que el hecho de que nunca se confirme ni desmienta nada es caldo de cultivo para un bucle de especulaciones y de titulares "surrealistas". Aboga, en su lugar, por un mayor aperturismo para empatizar con el rey Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas, que pondría llegar en forma de entrevistas puntuales o de un mayor y mejor uso de las redes. "Un poquito de su vida cotidiana para que no quede todo tan artificial", considera, ofreciéndose con humor para echar una mano.

Más confiada se muestra al respecto del futuro de Leonor, de la que, espera que sea una "reina 3.0" que cambie las cosas y de la que recibe muchas informaciones sobre su vida en Zaragoza que prefiere no publicar porque entiende que "ella tiene derecho a una cierta parcela de intimidad". Y pone en valor el intachable rol secundario de la infanta Sofía, de la que destaca su madurez: "Ella lo lleva con muchísima deportividad, no como el príncipe Harry", opina. A Marín le encantaría saber qué inquietudes tienen, qué programas ven en la tele o si les gusta cocinar. Y deja un mensaje para la heredera al trono: "Que no se olvide de que es Borbón, pero también Ortiz", apunta.

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