Felipe VI y Letizia, que hace unos días se desplazaron hasta la localidad extremeña de Guadalupe para conocerla, han retomado este 3 de junio su agenda conjunta. En esta ocasión, sus compromisos profesionales les han llevado hasta Brañosera con motivo de la celebración de un especial acto en el pueblo palentino.

Sin embargo, los reyes han tenido que hacer frente a un imprevisto en su viaje por el que, a pesar de su habitual puntualidad, han llegado al lugar mencionado con una hora de retraso.

El motivo por el que los reyes se han retrasado en su último compromiso profesional

Este martes Felipe y Letizia han asistido, en una de las paradas programadas que coinciden con el instante en el que se cumple una década desde la proclamación del rey, a la conmemoración del 1.200 aniversario del considerado el primer pueblo de España tal y como refleja el Fuero de Brañosera, un documento que se conservó en el Monasterio de San Pedro de Arlanza hasta la desamortización del siglo XIX y que acredita que allí se encuentra el primer ayuntamiento de nuestro país.

En la localidad, ambos han presidido el evento llevado a cabo por el ayuntamiento del lugar, su junta y su diputación provincial con el objetivo de reivindicar lo local y la cohesión territorial, hasta el que también se han desplazado decenas de curiosos a pesar de los apenas 250 habitantes con los que cuenta en el día a día.

Sin embargo, los anteriores se han visto obligados a aumentar su tiempo de espera después de que los monarcas hayan retrasado su visita desde las 11:45 horas hasta alrededor de una más tarde. El motivo de su tardanza ha sido, según se ha podido conocer, la densa niebla con la que esta mañana han despertado varias zonas de Palencia y por la que, en vez de aterrizar directamente en donde tendría lugar el acto, han debido desplazarse hasta Santander en helicóptero y de forma posterior a la ubicación protagonista en un coche privado.

A pesar de la demora, los presentes en las inmediaciones han recibido a los pies de la montaña palentina con una gran ovación y entre numerosos aplausos a los reyes, que no han dudado en saludar a su llegada a los anteriores. Junto a ellos, también en el Mirador de Argilo, han estado el presidente de la junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde Jesús Mediavilla.