Hace ya mucho tiempo que la primavera madrileña está asociado a un acontecimiento cultural que se celebra en El Retiro, la Feria del Libro. También se a ha convertido en tradición la visita de la reina Letizia durante el primer día de las dos semanas que dura el evento. Esta vez, no faltó a su cita y estuvo charlando con la directora de la feria, Eva Orúe y atendiendo a la prensa que estaban allí desplazados cubriendo esta cita literaria, con quienes además protagonizó una curiosa anécdota. También dedicó tiempo a conversar con los diferentes libreros de las 214 casetas y la periodista especializada en Casa Real Pilar Eyre ha revelado una conversación con una de estas libreras.

La periodista estuvo en la feria firmando ejemplares de su última novela 'Señoras bien' y aprovechó para preguntar a los que habían estado el día anterior, durante la visita de la madre de la princesa Leonor. Entre todas las conversaciones Eyre destaca una en la que su confidente le revela que la reina le confesó que había visitado varias veces su librería, una tienda pequeña y de barrio, según explica su dueña: "Nos dejó boquiabiertas cuando nos dijo que había venido muchas veces".

"Yo al final conseguí tartamudear que no la había visto nunca y ella me contestó, 'es que me disfrazo un poco'", relata Eyre reproduciendo las palabras de la librera. En vista de que la tendera dudaba, la reina se dispuso a dar más pistas sobre el local y su atuendo y entonces fue cuando las dueñas del local se dieron cuenta de que la reina sí había estado en su librería. La periodista recuerda que intentó que su interlocutora hiciera memoria con más datos: “Una mujer con peluca rubia, con casco de motorista, con bufanda y gorro, con mascarilla ¿no la recuerdas? Pero mi confidente movía la cabeza con pesar, ¡no la recordaba!".

Esta no fue la única conversación que recogió la periodista, otros libreros le reportaron algunas sensaciones de su visita. “Me dio tal apretón de manos que creo que me quebró algún huesecillo”, apuntaba uno de los presentes en la inauguración. Otro de ellos explicaba: “Nos costaba seguir sus pasos, tiene la zancada muy larga” y un último hacía alguna alusión al paseo que realizó la reina: “Estaban previstas tres o cuatro visitas fijas además de la de la librería Alberti, que cumple 50 años, pero ella enseguida se saltó el itinerario y fue a su aire, se paraba en las que le apetecía, obviando las grandes cadenas ¡cuánto más pequeña era la caseta, más rato le dedicaba! Hablaba con los libreros de una forma que se notaba que estaba al tanto de las últimas corrientes y novedades”.

Compró 35 libros que les iba dejando a sus asistentes

Por todos es conocido que la reina es una voraz lectora y lo demostró en su última visita en la que agrandó su colección con 35 títulos que le iba entregando a su equipo. La periodista también quiso saber si era ella quien los escogía o le aconsejaban. Y ocurrieron las dos cosas, ella elegía las referencias más clásicas “pero la mayoría le eran ofrecidos por los libreros y ella asentía a las explicaciones, siempre con ese punto de impaciencia de querer visitar cuantos más puestos mejor en la hora que habíamos calculado para el paseo”. La confidente de la periodista también apunta: "Se nota que tiene seguridad en sí misma, que no le teme a nadie ni a nada”.