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Así fue la proclamación de Juan Carlos I en noviembre de 1975: una corona, un cetro y un crucifijo de plata

En 2025 se cumplen 50 años de la proclamación de Juan Carlos ICordon Press
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Uno de los momentos más importantes de la historia de Juan Carlos I como monarca fue su proclamación, que tuvo lugar el 22 de noviembre de 1975. El país estaba de luto por la muerte de Franco, que había tenido lugar pocos días antes, y las banderas todavía ondeaban a media asta. Había sido él quien le había nombrado como sucesor en el 69 y tras su muerte, el príncipe Juan Carlos asumió interinamente la jefatura del Estado

Fue una ceremonia notablemente diferente a la de su hijo Felipe VI, que tuvo lugar en el año 2014. Eran momentos históricos distintos y también formas diferentes de afrontar y entender las responsabilidades asociadas al cargo. También hubo algunos puntos en común, por ejemplo, los padres de ambos faltaron a la proclamación del otro. 

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Durante la proclamación de Juan Carlos I, la exclusión de don Juan en la línea de sucesión al trono escogiendo a su hijo provocó tensiones en la familia (renunciaría a sus derechos dinásticos en el 77), en el de Felipe VI, don Juan Carlos optó por dejar que su hijo tuviera todo el protagonismo, temiendo que su presencia cambiara eso. 

La proclamación de Juan Carlos I en noviembre de 1975

La ceremonia de proclamación de Juan Carlos I tuvo lugar en el Palacio de las Cortes, en una sesión extraordinaria en la que el nuevo monarca juró ante las Cortes del Antiguo Régimen. Sobre los evangelios, Juan Carlos I juró por Dios “cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”. Felipe VI fue el primer monarca español en hacerlo ante una constitución (la Constitución española fue aprobada en el 78). 

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Durante el acto, las referencias religiosas fueron varias, así como los símbolos relacionados con la institución. Juró ante una corona, un cetro y un crucifijo de plata, pidió ayuda a Dios y se declaró profundamente católico. Además, días después se celebró una ceremonia de unción llamada Misa de Espíritu Santos en la Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid. Durante su discurso, el Rey también habló de su voluntad de reinar para todos los españoles. Fueron cuatro minutos de discurso que finalizaron con un “Viva España”.

Fueron varias las personalidades, nacionales e internacionales, que estuvieron presentes tanto en el juramento como en la misa posterior, celebrada el día 27. A pesar de ello, muchas de las miradas estuvieron en doña Sofía, que estuvo presente junto a los tres hijos del matrimonio. A pesar de que el país estaba de luto, quiso mostrar la importancia de la ceremonia con un vestido y abrigo largo en tono fucsia, una de las pocas notas de color de la jornada. 

Una vez que la ceremonia fue celebrada y Don Juan Carlos fue proclamado rey, salió al balcón del Palacio Real junto a su esposa para saludar a todos los presentes, una imagen que se repetiría años después en la ceremonia protagonizada por su hijo.