Abogada, trilingue y muy discreta: Alejandra Romero, la nueva Duquesa de Suárez

Ton Vilanova 11/12/2014 12:50

Estudiosa, responsable, discreta y muy trabajadora, la nueva Duquesa de Suárez se licenció en Derecho y Empresariales por ICADE, una de las mejores universidades privadas de Madrid. Alejandra Romero habla inglés y francés y, a sus 24 años, trabaja como abogada en el reconocido bufete internacional de Herbert Smith, que tiene sus oficinas en el paseo de la Castellana de Madrid.

Un currículum sobresaliente que ahora corona con el título que en 1981 el Rey Juan Carlos I le otorgó a su desaparecido abuelo Adolfo Suárez, como premio por "la abnegación, tacto y prudencia, al servicio de la reconciliación de todos los españoles como presidente de Gobierno”. Un título de carácter perpetuo para sus hijos y sucesores legítimos que, en un principio hubiera recaído en el tío de Alejandra, Adolfo Suárez Illana.

Así hubiera sido si no hubiera nacido nunca la Princesa Leonor… ya que los título nobiliarios no reconocían la primogenitura, sino que beneficiban al primer varón. Pero en 2006 se aprobó la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios que igualaba a mujeres y hombres a la hora de heredar estos derechos.

Fue entonces cuando Mariam, la madre de Alejandra, pasaba a ser la heredera legítima. Sin embargo, la hija de Adolfo Suárez falleció en 2004 víctima de un cáncer, por lo que Alejandra se convirtió en ese momento en la futura Duquesa de Suárez.

Hubo un intento por parte de Adolfo Suárez Illana de recuperar el título en 2009 y envió a la Casa del Rey una serie de documentos para sustentar su pretensión. Una lucha que el propio Suárez Illana abandonó al saber que no había posibilidades y que su sobrina no tenía intención alguna de desprenderse del título que por derecho le correspondía.

Se podría pensar que, debido a este episodio, en el entorno de los Suárez ha habido alguna rencilla, pero según cuentan sus íntimos siguen manteniéndose como un clan sólido, como lo eran cuando el patriarca seguía con vida. “No hay ninguna bronca ni enfrentamiento y todos los que han estado en el hospital y después en el funeral han visto que la relación entre tío y sobrina es normal. Todos están muy unidos y Adolfo ejerce de jefe del clan", aseguran a Vanitatis.

Alejandra y su abuelo eran como uña y carne. La joven tenía 14 años cuando su madre falleció, y ella y su hermano Fernando (tres años menor) pasaron largas temporadas con el abuelo, al que el cáncer le había arrebatado tres años antes también a Amparo Illana, la abuela de los pequeños. Un drama que podría haber influido en el carácter de la adolescente pero fue todo lo contrario: “es un chica alegre, estupenda y con el arranque y la fuerza de los Suárez. . Desde el primer momento estuvo muy volcada con la enfermedad de su abuelo y, aún siendo tan joven, se ha interesado siempre por el periodo histórico que le tocó vivir a su abuelo como presidente de la Transición", apuntan familiares.

Tal es así que Alejandra eligió la carrera de Derecho siguiendo los pasos de su abuelo y de su propia madre, que trabajó durante años en el bufete familiar. Hoy por hoy, pertenece al comité ejecutivo de la Asociación para la Defensa de la Transición, de la que es vocal, para mantener viva la memoria de su abuelo.

No todo es trabajo y responsabilidades familiares. Alejandra sale y se divierte como una chica más de 24 años e incluso tiene su pareja, Álvaro, un joven que conoció en la universidad hace ya tres años y que fue uno de sus grandes apoyos durante los actos que se organizaron por el fallecimiento de Adolfo Suárez. Precisamente en su compañía se le ha visto, relajada y feliz, dando paseos por Madrid ante la atenta mirada de los paparazzis.

Pero ella no quiere tener una vida pública, de hecho no quiere ni oír hablar de la carrera política. Prefiere seguir trabajando como abogada inmobiliaria y mantener viva la leyenda del hombre que cambió el rumbo de España, el que fue presidente en los tiempos más difíciles y que ejerció de cariñoso abuelo con ella, en los buenos y los malos momentos de la vida.