Espatifilo, la planta que depura el aire y es perfecta para zonas de trabajo: cómo cuidarla

El espatifilo es una planta ideal para las zonas de trabajo porque limpia el aire y es relajante
10 plantas de interior resistentes y muy fáciles de cuidar
Una de las formas de lograr que un espacio de trabajo favorezca la concentración es hacer que se mantenga ordenado y que resulte bonito y relajante. En lo primero nadie puede ayudarnos más que nosotros mismos y un poco de constancia, pero en lo segundo, nada mejor que colocar una planta que llene el espacio de energía positiva, vida y color.
Las plantas son mucho más que un elemento decorativo, pero tampoco podemos olvidar el impacto que tienen en los espacios en los que los colocamos, cómo ayudan a cambiar el ambiente y cómo consiguen hacer que se sienta más acogedor y agradable. Cualquier planta puede ayudarnos a lograrlo, pero algunas en concreto son mejores para estas zonas de trabajo que necesitamos que se vean bien.
Es lo que sucede con el espatifilo, una planta ideal para estos espacios porque además nos ayuda a renovar el aire del ambiente, algo que nunca viene mal. Eso sí, estas sensaciones positivas dependen de que la mantengamos con vida, por lo que aprender qué necesita y cómo podemos cuidarla es esencial.
Espatifilo, cómo cuidar esta planta
El espatifilo o lirio de la paz es una planta de interior, lo que ya es un buen comienzo si estamos buscando una planta que colocar en nuestro espacio de trabajo, tiene hojas alargadas y puntiagudas y conocida por su capacidad de filtrar toxinas dañinas que se encuentran en el ambiente, por lo que puede ser una gran elección si queremos filtrar el aire en interiores o en espacios con ventilación escasa. Además, tiene un toque sofisticado y elegante que suma muchos puntos.
Los lugares que más favorecen su crecimiento son aquellos que reciben luz indirecta, aunque tolera los rayos del sol de las primeras horas de la mañana o últimas de la tarde; es mejor que no reciba luz directa si queremos cuidarla bien. Hay que evitar corrientes de aire, buscar temperaturas moderadas y mantener el sustrato húmedo en todo momento, pero con cuidado. No conviene empaparlo, porque un exceso de agua pudriría sus raíces. Un buen truco es tocar la tierra y si sentimos que está seca, será el momento de regarla, siempre con agua a temperatura ambiente.
No requiere podas excesivas, solo necesita un poco de espacio para crecer, por lo que la maceta debe tener un tamaño adecuado. Conviene seleccionar una con un buen drenaje, pero también que nos guste, porque no se suele tener que trasplantar demasiado, aunque si las raíces comienzan a salir por la zona de drenaje entonces sí que habrá que hacerlo, mejor si es en primavera o en otoño.
Con un buen cuidado, la planta crecerá fuerte, pero hay que estar pendiente, por ejemplo, si la planta se ve marchita, puede ser porque las raíces estén podridas, si las hojas amarillean, es probable que sea por un exceso de riego, si están marrones, puede ser porque el agua de riego tiene demasiadas sales minerales. Si las hojas están caídas, puede que le falte agua o que se haya enfrentado a un cambio brusco de temperatura, algo que no le gusta nada.