La habitación del hijo de Adara Molinero, Martín, en Madrid: acogedora, funcional y con aire atemporal

Un espacio que destila calma y en donde la decoración se muestra en perfecta sintonía con el resto de su casa, en el norte de Madrid
Así es la casa de Adara Molinero: con vestidor, cocina de mármol y obras de arte
Adara Molinero vuelve a estar en el centro del foco mediático. La televisiva e influencer está participando por tercera vez en 'Supervivientes All Stars' desde los paradisíacos Cayos Cochinos. Mientras lidia con pruebas extremas y debates televisivos, su Instagram sigue activo gracias a su equipo y a los vídeos que ella misma dejó programados antes de embarcarse en la aventura. Y entre esos contenidos, uno de los que más ha llamado la atención ha sido su último 'house tour', donde abre las puertas de su recién reformada casa mostrando con todo detalle cada estancia.
La influencer, muy asidua a grabar vídeos en su hogar, ha convertido su vivienda en un escaparate de tendencias deco accesibles. Ella misma ha contado que muchos de sus muebles son de Sklum, Zara Home o Ikea, demostrando que estilo y precios razonables pueden convivir sin problema. La casa sigue una estética muy definida: un estilo a medio camino entre lo clásico y el aesthetic más actual, con molduras en las paredes, cuadros arty y una decoración basada en tonos neutros con pinceladas de color.
Un cuarto infantil con gusto y sin estridencias
Entre las imágenes más comentadas de este house tour, destaca sin duda la habitación de su hijo Martín, un espacio infantil que combina elegancia y funcionalidad. Lejos de los cuartos sobrecargados, Adara ha apostado por una paleta suave y materiales naturales. Las paredes son blancas, con un armario empotrado con tiradores dorados que aportan un toque de buen gusto. En la mitad inferior de una de las paredes ha instalado molduras pintadas en verde azulado, un detalle muy 'trend alert' que aporta profundidad y calidez al ambiente.

La cama de 90 se encuentra pegada a la pared, con una colcha de rayas en tonos suaves que da un aire acogedor y atemporal. Sobre ella, una selección de cojines mullidos y peluches de diferentes tamaños convierte la zona en un rincón perfecto para leer, descansar o jugar.
Al lado, una mesa redonda baja y una sillita de ratán con acabados de madera, a juego con las patas de la mesa, forman un pequeño espacio creativo a la altura del niño. Todo pensado para que Martín tenga un lugar cómodo y estético para dibujar, leer o jugar.

Al otro extremo, una cómoda de madera con cajones con paneles de ratán acapara todas las miradas y combina perfectamente con la estantería de parte superior semicircular, donde Adara ha colocado juguetes y libros. Sobre las paredes, lienzos pintados a acuarela enmarcados en madera natural refuerzan el estilo calmado y orgánico del cuarto, mientras que unas cortinas verde agua a juego con la silla aportan frescura y coherencia cromática.
Un baño privado con guiños vintage
Otro de los grandes aciertos es que la habitación cuenta con su propio baño. Adara decidió sustituir la puerta tradicional por una corredera, ganando así metros útiles en la estancia. El baño, luminoso y funcional, destaca por su gran ducha con baldosas verde botella de acabado brillante y aire vintage, que junto a la pequeña repisa decorativa para cuadros, velas y accesorios convierte el espacio en un mini spa para el pequeño.
No cabe duda de que Molinero posee una casa con mucho estilo y personalidad, sino también un cuarto infantil pensado al detalle, donde reinan los tonos suaves, las texturas naturales y la funcionalidad sin perder el diseño.
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