Helen Lindes muestra cómo han quedado las nuevas habitaciones de sus hijos: "Justo como soñábamos"

Cuando la familia crece y los niños también, es necesario cambiar ciertas cosas de la casa, para que cada miembro pueda tener mayor espacio y mayor comodidad, y la distribución del hogar se haga según las necesidades de cada uno. Es lo que ha tenido que hacer Helen Lindes, después de su tercer embarazo.

Helen es madre de tres hijos: Alan, Aura y Anais, fruto de su matrimonio con el exjugador de baloncesto Rudy Hernández. Según explica la modelo, con la llegada de la pequeña Anais, y Alan entrando en su etapa de "niño mayor", ha habido que reorganizar los espacios de su casa para que los peques tengan todo lo que necesitan. Ahora, las niñas tienen mayor espacio, y Alan, "que ya necesitaba su independencia, ha estrenado dormitorio propio".

"¡Qué felices estamos con las nuevas habitaciones de los niños!", comentaba Helen en Instagram, donde ha compartido un carrusel de fotos de cómo estaban antes las habitaciones de sus tres hijos, y cómo están ahora después de haberlas diseñado desde cero. "Hemos conseguido transformar los espacios justo como soñábamos", confiesa Lindes. Además, según explica la modelo en Instagram, "el cambio no solo ha sido estético, también ha dado a cada uno su propio espacio y personalidad".

Los tres niños dormían repartidos en dos habitaciones. La más grande, que antes era de Alan, el mayor, ahora es un espacio que comparten Aura y la recién llegada Anais. Antes, la habitación incluía dos camas individuales con dos cabeceros que se encontraban juntas, además de una cuna de madera y decoración inspirada en animales, como el peluche de un elefante o una figura de un conejo.

Ahora, la habitación grande es más aprovechable. Aura y Anais ahora tienen un mayor espacio para compartir, con una cama individual con cabecero blanco para la mayor, y una cuna de madera con cambiador para la pequeña, también con peluches de animales. La pared, antes blanca y gris, ahora está decorada con un papel verde con mariposas, y sigue conservando las cortinas blancas.

Ahora, junto a la cuna de Anais, hay un pequeño escritorio de madera, con cajones blancos y una lamparita del mismo color, donde las niñas pueden dibujar o leer, y almacenar sus pinturas o cualquier cuaderno. Además, en el centro de la habitación, Helen ha colocado una pequeña mesa y dos butacas para niños, en borrego blanco, donde las niñas pueden jugar con sus juguetes, como los que aparecen en la fotografía. También han colocado dos alfombras en color beige, una debajo de la cama, y otra debajo de la mesa central y las butacas.

Por otro lado, la habitación que es un poco más pequeña, que antes era de las niñas, ahora es un espacio perfecto para la independencia de Alan, el hijo mayor de Helen y Rudy. Antes, era una habitación con tonos rosas y blancos, tanto en las paredes como en la decoración. Tenía una cama individual, una cuna de madera en blanco y otra minicuna estilo moisés de tela en mitad de la habitación. Además, contaba con una butaca grande gris, un puff estilo mimbre y un cambiador de pañales con tres cajones blancos junto a la puerta del baño. Tanto el baño como la habitación, tenían detalles en colores rosas o amarillos, como la cesta de la ropa, la silla mecedora, la alfombra del baño y de la habitación y la sábana de la cama individual.

Ahora, la habitación ha pasado a ser para el hijo mayor de Helen y Rudy. Las paredes se han pintado de azul, y una de ellas, con papel diseñado con animales marinos, como delfines, medusas o ballenas. La cama individual, con cabecero gris, ahora tiene sábanas azules, los colores de la habitación, inspirada en el océano. Una alfombra de borrego de colores, una mesilla de noche de madera con una lámpara con orejas, y un mueble de almacenaje con baldas, en color azul verdoso, con elementos decorativos, libros, y el nombre de Alan en madera.

En la habitación de Alan también hay un gran armario para guardar ropa o juguetes. En la pared, junto al baño, una tabla de surf de madera a modo de estantería con tres baldas, para sujetar un trofeo y algún juguete. Y para dibujar o hacer deberes, junto a la ventana, un escritorio de madera y una silla blanca con ruedas, encima de las cuales se encuentran dos estanterías de madera, donde se pueden almacenar libros o elementos decorativos.