Navidad

Cómo decorar el árbol de Navidad y qué adornos evitar, según el Feng Shui

Árbol de Navidad
El árbol de Navidad es el protagonista de la deco navideña. Instagram
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Ya estamos inmersos en una de las épocas más bonitas del año. No solo porque el ambiente se llena de planes, reencuentros y algún que otro exceso gastronómico, sino porque todo empieza a verse precioso. En Navidad las calles brillan, las casas se transforman y la decoración navideña vuelve a recordarnos que los detalles sí importan. Cada diciembre llegan nuevas tendencias -colores inesperados, materiales sostenibles, árboles minimalistas o maximalistas- y lo cierto es que es imposible no contagiarse del espíritu decorativo.

Pero, más allá de las modas que arrasan en Instagram y en los escaparates, existe una filosofía milenaria que puede elevar tu árbol de Navidad a otro nivel, y no es otra que el Feng Shui. No hablamos de convertir tu salón en un templo zen, sino de aprovechar algunas de sus reglas para crear un árbol que no solo sea bonito, sino que también atraiga armonía, bienestar y buena energía para el nuevo año.

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Además, no todo en el Feng Shui son tradiciones ancestrales. Pues en los últimos años también se han empezado a hacer estudios “serios”. Por ejemplo, un trabajo publicado en 2024 comparó el impacto psicológico de habitaciones de hospital decoradas según principios del Feng Shui con habitaciones normales. El estudio encontró que las habitaciones optimizadas según Feng Shui, al percibirse como más agradables, ayudaban a reducir la ansiedad de los pacientes, en comparación con las habitaciones estándar.

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Este dato -aunque resulte algo controvertido- sugiere que colocar bien los espacios y elegir una decoración armoniosa puede no ser solo una cuestión estética o supersticiosa, sino que podría tener efectos positivos en nuestro bienestar emocional y mental. Así que, a partir de principios más reconocidos del Feng Shui tradicional, combinados con tendencias actuales de interiorismo, hemos elaborado una pequeña guía que te resultará muy útil.

Selecciona el lugar perfecto

Según el Feng Shui, cada zona de la casa está asociada a un tipo de energía. Si sitúas el árbol en la zona este, potencias la armonía familiar y favoreces unas fiestas sin tensiones. Colocarlo en la zona sureste activa la energía de la prosperidad, ideal si estás visualizando un 2025 lleno de oportunidades. En la zona sur potencia el reconocimiento, perfecto para quienes desean ver cómo sus esfuerzos empiezan por fin a brillar. Eso sí, deberías evitar es poner el árbol justo al lado de la puerta de entrada: la energía se escapa igual que los invitados cuando ya no quedan polvorones.

El color y las luces

En términos cromáticos, el Feng Shui tiene claros favoritos. Los colores blanco, dorado y rojo son la triada más poderosa: el rojo aporta vitalidad y calidez, el dorado simboliza riqueza (y un punto de glamour irresistible) y el blanco equilibra y limpia visualmente el conjunto. Todo esto crea un ambiente energético y estético a la vez. En iluminación, las luces cálidas siempre ganan ya que  suavizan el espacio y transmiten calma, justo lo que se busca en esta época.

Los materiales de los adornos

Los materiales naturales como la madera, el papel, el cristal o las fibras naturales aportan calidez y conexión con la tierra, dos elementos muy valorados en Feng Shui. Además, se integran visualmente mucho mejor que el plástico excesivamente brillante. En cuanto a las formas, lo redondeado es siempre una apuesta segura: las bolas y elementos curvos suavizan la energía y favorecen un ambiente más relajado. Olvídate, en la medida de lo que puedas del plástico.

La estrella

El adorno superior del árbol es más importante de lo que parece, pues representa tu objetivo o propósito para el nuevo año. En este caso, una estrella metálica aporta claridad y visión. Lo que conviene evitar son los remates demasiado pesados o exagerados, que generan desequilibrio visual y energético, además de la incómoda sensación de que el árbol está a punto de venirse abajo.

Evita el exceso

El Feng Shui apuesta por la armonía, no por la abundancia sin control. Un árbol demasiado cargado bloquea el flujo energético y puede generar estrés visual. La regla 60-30-10 es la más efectiva para mantener el equilibrio: un 60% del árbol debe estar dominado por un color principal, un 30% por un tono complementario y un 10% reservado a un toque especial o metalizado que aporte profundidad sin saturar.

Como ves, decorar el árbol según el Feng Shui no significa renunciar al estilo. Al contrario; te invita a elegir mejor, a decorar con intención y a crear un ambiente navideño que fluye, respira y se ve espectacular.