Cómo limpiar

'La Ordenatriz', experta en limpieza, y su fórmula mágica para tratar manchas difíciles: "Nos hace la vida más fácil"

Begoña Pérez, 'La Ordenatriz'. Cortesía de Planeta
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Si estás entre la legión de fans de Begoña Gómez ('La Ordenatriz'), seguro que has visto u oído hablar de la fórmula mágica. La influencer de limpieza la recomienda en infinidad de ocasiones, ya que ha demostrado ser una especie de todoterreno antimanchas que sirve para (casi) todo. Por tanto, no está de más tener a mano tanto la mezcla preparada y dentro de un pulverizador como los ingredientes por separado (a veces, la fórmula mágica es el líquido en el que debemos sumergir una prenda, por lo que, en esos pocos casos, en spray no nos va a ser de utilidad). ¿Quieres saber cómo se prepara y en qué ocasiones la vas a usar? Sigue leyendo.

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La fórmula mágica no la inventó La Ordenatriz (aunque la ha popularizado)

Tal como explica en el libro ‘Los trucos de La Ordenatriz’, que contiene un sinfín de soluciones a manchas y olores ordenados alfabéticamente, no fue ella quien la creó: “Reconozco que llegó a mis manos a través de una amiga, que la vio en el Instagram privado de una chica andaluza. Luego supe que estaba en Forocoches desde 2003”.

Begoña Gómez compara la fórmula mágica con el bizcocho de la abuela: “Es una de esas ideas maravillosas que nadie sabe quién tuvo por primera vez, pero que, como funciona, ha ido pasando de mano en mano para hacernos la vida más fácil”. Y en eso no se equivoca: con esa combinación magistral vas a poder tratar manchas difíciles, principalmente las que tienen base grasa (alimentos, maquillaje, etc.); superficies difíciles, como cuellos, tapicería o colchones o ablandar esas manchas resistentes o que ya se han secado y no hay manera de borrar.

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Ingredientes y modo de preparación

Para la fórmula mágica solo necesitarás tres ingredientes (además de la botella con pulverizador): 500 ml de agua caliente (entre 40 y 50 grados, para que el jabón se disuelva), dos cucharaditas (de postre) rasas de jabón en escamas que contenga glicerina y 70 ml de amoniaco. Introducimos todos los ingredientes en una botella con pulverizador y agitamos hasta lograr una textura gelatinosa. Eso sí, Bego advierte: “El resultado tiene que ser más denso que el agua, pero en ningún caso espeso”, ya que, recordemos, tiene que salir sin dificultad por el vaporizador.

Advertencias

La Ordenatriz recuerda que la fórmula mágica, al tratarse de una mezcla que contiene jabón, “siempre deja un cerco”, por lo que tendremos que aclararla después. Si la vas a aplicar en una prenda que va a ir luego a la lavadora, no hay problema, porque ahí se va a aclarar; pero si la utilizas en una superficie no lavable (un toldo, por ejemplo, o una alfombra), recuerda que “es imprescindible aclarar con una bayeta de microfibra mojada en agua para eliminarlo”. Por esto mismo, la fórmula mágica es adecuada para pretratar prendas que van a lavarse o para superficies poco extensas si no son lavables, ya que el esfuerzo de aclarar luego con la bayeta no compensa.

Es importante insistir en que “la fórmula mágica no sirve para todo ni tiene superpoderes”, y que está especialmente indicada para quitar la grasa. Por último, admite variaciones: si eres una persona alérgica al amoniaco, puedes hacerla sustituyendo 100 ml de agua por 150 ml de vinagre de limpieza, y si en lugar de usar jabón en escamas que ya se vende así por jabón casero rallado por ti (“del que se hace en los pueblos”), La Ordenatriz dice que basta con agregar una cucharadita en vez de dos.