María Pombo y Pablo Castellano ya se han comprado su nueva casa: "Estoy tremendamente feliz"

  • La influencer aclara por qué se retrasó su mudanza a la casa en la que iban a vivir en Aravaca

  • Tras descartar su anterior opción, Pombo y Castellano han encontrado un nuevo hogar

Tan solo unas semanas después de anunciar su compromiso, María Pombo comunicaba a sus seguidores que tenía un segundo notición. La influencer y su chico, el empresario Pablo Castellano, habían decido comprarse una casa. Un cambio que implicaría abandonar el piso de alquiler al que se independizaron en el centro de Madrid y apostar por la tranquilidad de las afueras.

Desde aquel anuncio, que llegó a finales de 2018, ambos coincidieron en buscar un hogar “acogedor e idílico”. Lo encontraron en Aravaca, en un proyecto que aún estaba sin construir y al que esperaban poder mudarse antes de su boda.

Sin embargo, los planes no salieron como esperaban y la mudanza se fue retrasando cada vez más. Pasaba el tiempo y la pareja seguía sin mudarse. ¿Qué había sucedido? Sus seguidores empezaron a sospechar.

Hace tan solo unas semanas, la influencer sacó de dudas a sus más de 1,3 millones de seguidores: la casa que tenían en construcción en Aravaca había paralizado las obras por temas burocráticos y ya no podrían irse a vivir allí. Aunque esta noticia parecía triste, la influencer contó que ya tenían una solución entre manos. Ya estaban buscando su nuevo hogar... ¡y parece que lo han encontrado!

“Pedir al notario que te haga una foto para recordar el momento que te dan la llaves de tu próximo hogar”, empezaba escribiendo María en el pie de foto de su última publicación. En ella vemos a la pareja muy sonriente, en blanco y negro, con las llaves en la mano.

Según la ha definido, esta es "la casa de nuestros sueños". Una casa que el Grupo Archarray ya está reformando para "dejarla como los chorros de oro". "Os iré contando novedades pero estoy tremendamente feliz”, prometía.

Los problemas en la casa actual de María Pombo y Pablo Castellano

Este miércoles, María mostraba parte de su vestidor mientras explicaba a sus seguidores algunas situaciones que le habían ocurrido durante el ‘shooting’ de esa misma mañana. Mientras lo hacía, algunos usuarios se dieron cuenta de que parte del mobiliario de su vestidor lo tenía roto. “Os fijáis en todo”, decía llevándose las manos a la cabeza.

“Por narices tengo que meter ropa aquí porque no me cabe. Muchos me decís que por qué no lo arregla mi marido que es constructor”, explicaba. Algo que no tardó en responder que “en casa de herrero cuchillo de palo”. Sin embargo, la cosa no se quedó ahí y Pombo anunció feliz que realmente no insistía en arreglarlo porque tenía novedades sobre su nuevo hogar y que finalmente confirmó compartiendo un post en sus redes sociales en el que anunciaba la feliz noticia.

¿Quién es el grupo que se va a encargar de la reforma de la casa?

Se trata del Grupo Archarray, la empresa en la que trabaja Pablo Castellano junto a su hermano Jacobo, que es el coordinador general. Se trata de una empresa de construcción con tradición familiar especializada en la reforma y rehabilitación de interiores, tal y como explican en su página web.

La presión que recibe para quedarse embarazada

En el momento en el que la influencer anunciaba a través de sus stories que tenía novedades, muchas de las preguntas que le hicieron a la pequeña de las hermanas Pombo fue sobre sobre la posibilidad de aumentar la familia. “Qué desesperación”, ha respondido, harta de estas presiones.

“Cada vez que digo que tengo novedades, la pregunta del millón es si estoy embarazada. Si estuviera embarazada no lo contaría por stories, haría algo mucho más grande”, explicaba. La influencer confesó que estaba segura de que sus seguidores no lo hacían “a malas”, pero afirmó que se trataba de un tema muy delicado.

“No sabéis si esa persona que se va a quedar embarazada o si está embarazada quiere pero no puede, ha tenido un aborto. Tenéis que tener cuidado.”, avisaba a sus seguidores. “A lo mejor decido que me quiero quedar embarazada dentro de seis meses, un año, dos años y no puedo o me quedo pero tengo un aborto.”, contaba.