¿Tus anillos de oro están ennegrecidos? Así podrás devolverles su brillo para que luzcan como nuevos

  • Con el paso del tiempo es normal que el oro pueda coger un color más ennegrecido.

  • Podemos conseguir que se vuelva a ese color oro con unos trucos básicos.

  • Lo recomendable será utilizar jabón de lavaplatos, bicarbonato o amoniaco.

Cuando compramos una joya, en la mayoría de ocasiones, intentamos que sean de la mayor calidad posible. Eso sí, esto no evitará que el oro pueda coger un tono más ennegrecido. Hay que tener en cuenta que el oro puro no cambiará de color, pero aquel que no sea tan verdadero correrá ese riesgo.

La buena noticia será que podremos poner en práctica diversos trucos que harán que el oro brille como el primer día. Solamente necesitarás algunos productos básicos que, seguramente, podrás encontrar por casa.

Cómo limpiar el oro con jabón de lavaplatos

Uno de los métodos más utilizados es limpiar el oro con jabón de lavaplatos. Esto lo que hará será aflojar esa suciedad y hará que sea más fácil quitar ese ennegrecimiento. Eso sí, será importante que, en el caso de que el oro tenga alguna piedra, tengas en cuenta que se corre el riesgo de que el pegamento se disuelva.

  1. Añade una gota de jabón de lavaplatos en un bol con agua tibia. (Antes de nada, deberás leer bien le etiqueta del jabón, ya que no deberá contener fosfatos, que son bastante abrasivos para el oro).
  2. Mézclalo durante unos segundos con la ayuda de una cuchara.
  3. Remoja la joya de oro en el agua durante unos quince minutos y dejarlo reposar.
  4. Una vez que ya haya transcurrido el tiempo, saca el oro y frótalo bien con un cepillo de dientes que tenga las cerdas suaves. Evita hacerlo de forma agresiva para no provocar ningún riesgo.
  5. El último paso será enjuagar el oro con agua tibia para eliminar todos los restos de jabón y realizar este proceso hasta en otras dos ocasiones, para asegurarnos que ha desaparecido toda la suciedad.

Cómo limpiar el oro con bicarbonato de sodio

  1. Hierve agua en una olla pequeña.
  2. Forra un plato para hornear de vidrio con una hoja de papel de aluminio. El papel deberá estar extendido al ras del fondo y por los lados del plato de vidrio.
  3. Mete la joya de oro en el plato para hornear y cúbrela con bicarbonato de sodio.
  4. Vierte el agua caliente y dejarlo reposar durante unos cinco minutos.
  5. Saca el oro con un tenedor o unas pinzas y enjuágalo con agua fría durante unos segundos y sécalo.

No necesitarás agitar nada y no funcionará para aquellas joyas que tengan algún tipo de piedra o abalorio, ya que pueden despegarse.

Cómo limpiar el oro con amoniaco

  1. Rellena un recipiente con agua tibia y mezclarlo con una cucharada de jabón.
  2. Añade media cucharada de amoniaco en el agua junto al jabón del lavaplatos.
  3. Sumerge el oro en el recipiente de vidrio durante unos diez segundos y frótalo con un cepillo de dientes de cerdas suaves para eliminar el ennegrecimiento.
  4. Enjuaga el oro con agua fría y dejarlo secar al aire.