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Los suelos hidráulicos están más de moda que nunca. Ahora es muy normal ver en las cocinas de algunas casas que se instalan este tipo de suelo con una decoración en mosaico que proporcionará ese toque más original y especial a la estancia. Eso sí, con el paso del tiempo, y especialmente si son antiguos, podrá desaparecer su brillo y su buena apariencia.
Antes de proceder con la limpieza será muy importante distinguir entre los distintos suelos hidráulicos que podemos encontrar. Por ejemplo, en aquellos recién instalados solamente necesitarás un producto especializado que se diluirá en agua. Luego, deberás frotar bien con un estropajo o un cepillo y aclarar con una fregona limpia.
De esta manera lo que se hará será acabar con toda la suciedad presente. Como ya hemos comentado, una de las opciones más normales es que el suelo sea antiguo. Por eso, será importante, en estos casos, que este se limpie con un desengrasante quitamanchas decapante. Además, el producto deberá actuar durante unos minutos antes de frotar y retirar toda la suciedad, que acabará ablandándose.
Aunque eso sí, para que la limpieza se haga más sencilla será de vital importancia proteger esos suelos hidráulicos. Será esencial que este tipo de suelos tengan un buen tratamiento de conservación y protección, sobre todo en aquellos más antiguos.
Así, podrás decantarte por dos opciones que encontrarás en el mercado. Por ejemplo, una buena alternativa será hacer uso de antimanchas transparentes que lo que hará será mantener el color original y proporcionará un acabado más natural, en mate. Del mismo modo, el protector antimanchas efecto mojado intensificará el color ya existente con mucho brillo. Eso sí, en todos los momentos, será esencial no pisar el suelo una vez que se haya echado el producto.