{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
España está siendo uno de los países más castigados en la crisis generada por el coronavirus. La pandemia ha supuesto un duro golpe para muchos sectores económicos, como la hostelería o el turismo, que se encuentran en estado crítico tras meses de inactividad y una reapertura con restricciones. La cultura es otra de las grandes damnificadas de la situación, especialmente en lo que se refiere a espectáculos y eventos en vivo.
Conciertos, obras de teatro, estrenos y festivales cinematográficos… La explosión de la pandemia hizo que se cancelaran o pospusieran indefinidamente un gran número de eventos y actividades de tipo cultural, provocando una paralización casi total del sector. Una vez comenzada la desescalada, la reactivación ha venido marcada por los estrictos aforos, muy reducidos, algo que ya denunciaron artistas como LolitaY a ello se suma una todavía evidente preocupación ciudadana sobre la seguridad, traducida en una baja afluencia a los espectáculos que han podido ir reabriendo.
Con la voluntad de pedir medidas urgentes para este sector profesional ha nacido la campaña #AlertaRoja, un movimiento que unifica a la industria del espectáculo y los eventos. Desde la iniciativa denuncian que su situación es alarmante, poniendo el foco sobre su eslogan: "Sin cultura no hay futuro". La organización había fijado el 17 de septiembre como día clave en sus reivindicaciones, convocando manifestaciones en 28 ciudades españolas de forma simultánea.
Muchos de los nombres más destacados del panorama cultural patrio se han unido en sus redes sociales a la iniciativa, visibilizando el difícil momento que atraviesa la industria. Las redes de cantantes y músicos se han teñido estos días de rojo, el color escogido por la campaña. Leiva, Vetusta Morla, Enrique Bunbury, Alejandro Sanz, Alaska, Amaral, La Oreja de Van Gogh, Pablo Alborán, Malú, Aitana o Lola Índigo, por citar solamente a algunos profesionales de distintos estilos, han reclamado un mayor apoyo a la cultura y sus eventos en sus perfiles.
Lo cultural se convirtió en una forma de escape durante los meses de confinamiento, pero sus manifestaciones en directo en forma de eventos viven un presente crítico y avistan un futuro incierto. Por eso muchos de los rostros más visibles, como Jorge Drexler, han querido poner el foco sobre los muchos trabajadores y las 700.000 familias (según datos de Alerta Roja) que, más allá de los artistas, viven y dependen de este sector. Una idea en la que han abundado nombres como el de Ana Guerra: "Cada vez que alguien pisa un escenario enseña el trabajo de muchísimas personas. Hoy reivindicamos por cada una de ellas”, ha asegurado la canaria en su Instagram.
El mensaje es sencillo. Por un lado, de demanda de apoyo a las autoridades. Por otro, de tranquilidad a los ciudadanos: los eventos y manifestaciones culturales son espacios seguros, en los que se cumplen de forma estricta las medidas de seguridad. En esa línea han abundado muchos de los artistas que se han pronunciado en Instagram o en Twitter.
El mundo de la interpretación ha sido otro de los más activos en la defensa en redes de la iniciativa. Javier Gutiérrez, Hugo Silva, Tristán Ulloa, Clara Lago, Alba Flores, Marta Nieto, Nathalie Poza, Leonor Watling, Sergio Perís-Mencheta, Miguel Ángel Muñoz, Ester Expósito o Paula Echevarría, entre otros muchos, han hecho lo propio, queriendo dar visibilidad a la causa y poniendo el foco sobre las demandas del colectivo.
De fondo, una idea clave en la que todos coinciden: la defensa de la cultura, un "bien de primera necesidad", en palabras de la actriz Aitana Sánchez-Gijón, que genera riqueza e identidad.
Los profesionales del mundo de la cultura y el espectáculo han secundado la convocatoria fijada para este jueves 17 de septiembre en 28 ciudades con el objetivo de denunciar la alarmante situación y pedir medidas al gobierno y autoridades implicadas. Las manifestaciones, para las que se requería una solicitud de asistencia con el objetivo de evitar aglomeraciones, han incluido a artistas, pero también trabajadores que suelen gozar de una menor visibilidad, como técnicos, maquilladores, chóferes o tramoyistas.
Las movilizaciones, que han llenado espacios como la madrileña Puerta del Sol y se han retransmitido también en directo en YouTube, han contado con un elemento reconocible: las cajas de ruedas o 'flightcases' en las que se transportan instrumentos y demás materiales en estos eventos, que han servido también para marcar la distancia de seguridad entre los manifestantes. Todo para reivindicar medidas y apoyo para un sector que aporta el 3,8% del PIB, según datos de la organización