Marwán: "Enfadarnos es algo que debemos permitirnos en una sociedad mediatizada por la 'happycracia'"

  • Entrevistamos en exclusiva al cantautor madrileño, que acaba de publicar 'El viejo boxeador'

  • Su nuevo disco es un homenaje a su padre, un refugiado palestino que supo sobreponerse a todos los obstáculos

  • "No hay tantos artistas que luchen por transformar la sociedad y a mí me gustaría ser uno de ellos"

Marwán y 'El viejo boxeador' ya están aquí y prometen convertirse en la banda sonora de muchos en los próximos meses. "Las canciones que hemos sacado están gustando mucho", nos dice minutos antes de empezar esta entrevista. El artista no puede estar más contento. Se le nota. La buena acogida que han tenido los tres sencillos que ha sacado en los últimos meses son un buen augurio para este álbum que ya está disponible.

Bastan un par de minutos de charla para descubrir uno de los motivos que le han llevado a convertirse en un artista de éxito. Marwán, como bien dice su hermano Samir, es verdad en estado puro y eso es precisamente lo que vamos a encontrar en este nuevo disco. "Me he desnudado muchísimo. He hecho un proceso de depuración y maduración de las canciones más grande que nunca. Nos encontramos al tío más optimista. Estoy en un momento de mi vida en el que he llegado a la conclusión de que todo son valles y cumbres, que vamos constantemente para arriba y para abajo."

'5 gramos de resentimiento' o el derecho a enfadarse

El último single de 'El viejo boxeador' es '5 gramos de resentimiento', una canción en la que colabora con Nach y que es la respuesta a todos esos haters que llenan de odio las redes sociales. "La compuse porque hablando con mis psicóloga llegué a la conclusión de que me quería dar el derecho a enfadarme. Me di el derecho de mandar a tomar por culo a aquel que abuse de uno o que se porte realmente mal. Es algo que debemos permitirnos en una sociedad tan mediatizada por la happycracia, es un arma para defenderme y creo que hay que ponerla en uso", nos cuenta el artista, que reconoce que, por suerte, ha recibido más cariño que odio a lo largo de su carrera. "He sido mucho más alabado que criticado pero desde que entré en el mundo de la poesía ha habido algunos momentos en los que dejé de llevarlo bien por la ferocidad de ciertas críticas."

Su padre, el viejo boxeador que ha inspirado este álbum

La historia de su padre, un refugiado palestino que ha logrado superar todos los obstáculos que ha encontrado a lo largo de su vida, queda reflejada en este nuevo álbum. "La metáfora del boxeador, de persona que se cae y vuelve a levantarse me parecía que reflejaba muy bien su vida... Es un disco que habla, sobre todo, de la resilencia, sobre las segundas oportunidades, sobre la capacidad de sobreponernos a los obstáculos. Eso es el nexo del disco", nos cuenta.

"Siempre dije que si algún día era famoso o tenía una cierta audiencia que quería utilizarla para ayudar a la gente

Cuando escuchas a Marwán hablar de su padre entiendes el por qué de muchas cosas. Su forma de entender el mundo, su compromiso social, sus emociones, la sensibilidad de sus letras, sus poemas, el modo en que se expresa.... Todo tiene que ver con 'ese viejo boxeador' con una capacidad innata y extraordinaria para el amor y que ha educado a sus hijos lejos del rencor. "Nació en un campamento de refugiados y ha tenido unas situaciones en su infancia y adolescencia terribles y a pesar de eso siempre ha mantenido su bondad y su luz, nunca ha sido un resentido para con el mundo y nos educó con un profundísimo amor y con una bondad espectaculares. Ha sabido sobreponerse y tener una vida próspera. No todos los refugiados han tenido esas oportunidades."

Escribir canciones le dio las respuestas que le pedía a la vida

Desde adolescente tocaba temas de Silvio, Serrat y Sabina pero en sus comienzos como músico distan mucho de los cantautores. Sorprendentemente, Marwán comenzó escribiendo canciones heavys con sus colegas. "Era lo que estaba de moda a los 16 años", comenta entre risas.

Sin embargo, sus composiciones y sus inquietudes artísticas no tardaron en cambiar de rumbo. Marwán había encontrado la respuesta a sus preguntas. "Me puse a componer por una necesidad, encontré una forma de hacer arte con la que me identificaba totalmente y que me parecía el mejor medio para expresar las cosas que yo era incapaz de expresar a los 18 años. Me costaba mucho expresar mis emociones por miedo, por falta inteligencia emocional, por falta de capacidad expresiva y encontré esa capacidad a través de las canciones. Le pedía respuestas a la vida, le pedía explicaciones y de repente las canciones me dieron el arma para encontrarlas."

Comenzó a componer y escribir pero no todas sus letras acabaron acompañadas de los acordes de su guitarra. Marwán amplió horizontes y empezó a fraguarse una carrera como poeta que le ha convertido en uno de los responsables de que la poesía haya llegado al público más joven.

Dos años después de su primer disco recogía parte de su poemario en su primer libro, 'La triste historia de tu cuerpo sobre el mío'. "Soy artista. Empecé a escribir canciones y poemas a la vez. Me siento más identificado con el término músico pero como siempre ha habido en el cantautor una búsqueda poética constante también he trabajado mi parte poética al máximo para que mis canciones fueran bonitas y para escribir en papel poemas que tanto me gustan y tanto leo", nos cuenta.

El boca a boca, clave en el éxito de Marwán

Aunque desde hace tres años tiene el respaldo de una gran discográfica, Marwán es de los que ha forjado su propio destino y su propio éxito. Sin grandes campañas publicitarias detrás, durante nueve años trabajó duro para conquistar al público y llegar cada vez a más gente. "Me hice mi propia discográfica, me montaba todo como podía, me hacía mis videoclips, me hacía todo como buenamente podía con mi esfuerzo y gracias al cielo o el universo la gente respondió. Hay una parte de talento y mucho de trabajo", nos dice.

"Me recorrí Latinoamérica perdiendo dinero antes de tener discográfica

En el camino se dejó el alma y parte de sus ahorros. "Me recorrí Latinoamérica perdiendo dinero antes de tener discográfica pero ahora tengo un gran público", dice el artista, que logró llenar salas solo gracias al boca a boca. "Que Sony me fichara fue porque tenía una gran audiencia y le gustaba lo que hacía. Pero lo cierto es que ya estaba llenando sitios de 2.000 - 3.000 personas en Madrid gracias al boca boca y al trabajo bestial que hice."

La música en la era post covid

Muy lejos quedan ya esos conciertos multitudinarios en los que la gente vibraba, saltaba y coreaba a voz en grito las canciones de su artista favorito. La crisis sanitaria del coronavirus ha cambiado drásticamente el panorama. "Hay un poquito menos de sensación de presión por parte del público, rugen menos y están menos animados porque están sentados y separados", nos cuenta Marwán.

Sin embargo, no todo va a ser malo en esta nueva normalidad. Seis meses después de que se decretara el estado de alarma, la gente estaba muy necesitada de emociones y eso también llega al artista. "Hay una emoción contenida mayor que en otras ocasiones. Cuando acabas los conciertos sientes mucho la gratitud de la gente y sientes que la gente ha disfrutado mucho y que la gente estaba necesitando música en directo y cosas que le hiciera sentir porque durante la pandemia ha habido mucha contención de emociones y no lo hemos pasado bien."

La pandemia y esta nueva normalidad ha dejado más tocado aún a un sector con muchas peculiaridades que deberían tenerse en cuenta. De esa necesidad surge el manifiesto 'Dignidad para la música' firmado por Marwán y otros artistas. "Pedimos que se vele un poco más por los derechos de un sector que ha sido constantemente ninguneado a lo largo de la historia de todos los gobiernos. Los músicos gozamos de menos derechos que otras profesiones y estamos mucho menos protegidos. No somos contemplados con las peculiaridades propias de nuestro trabajo", nos cuenta Marwán, que no entiende qué justamente en un momento como el actual, en el que la cultura y la música son tan necesarios, no se estén propiciando medidas que faciliten su trabajo. "Las artes escénicas estamos siendo ejemplares en cuanto a cumplir con las medidas de seguridad y no puede ser que el Ministerio de cultura y el ministro estén desaparecidos. Incluso estos días el ministro ha hecho declaraciones que son para mear y no echar gota. Necesitamos medidas urgentes que nos ayuden y que no se dediquen a cerrar bares y poner sanciones grandes cuando la gente quiere cumplir las normas."

Marwán, músico por la paz

Su historia personal marca el carácter comprometido de Marwán. "Siempre dije que si algún día era famoso o tenía una cierta audiencia que quería utilizarla para ayudar a la gente. Llevo toda la vida organizando conciertos benéficos por mi cuenta, contactando con ONGs y tratando de ayudar. Siento que tenemos mucha capacidad de convocatoria y la he utilizado para ayudar a los más débiles", nos ha confesado durante nuestra charla.

Y en los últimos meses, cuando esa solidaridad se ha hecho más necesaria que nunca, Marwán ha vuelto a sacar la cara por todos los que se han quedado en la cuneta. "Con Nach llamamos a Rozalen, Izal, Arkano, Drexler e Ismael Serrano e hicimos un proyecto muy bonito para pedir donaciones para el Banco de alimentos porque sabemos que esta crisis sanitaria inmediatamente va acompañada de una crisis económica para muchas familias. Fue un éxito brutal. Se consiguieron 100 toneladas de alimentos."

Su compromiso no ha pasado desapercibido para el mundo. Marwán ha sido nombrado Músico Por la Paz por el Parlamento Europeo, un honor que emociona al artista. "Tiene un significado muy grande porque no solo me considero músico me considero comunicador y creo que a través de la comunicación de esas canciones y las cosas que cuento puedo tener un cierto poder transformador. No hay tantos artistas que luchen por transformar la sociedad y a mí me gustaría ser uno de ellos", nos cuenta a la vez que nos explica que este nombramiento fue por participar durante diez años en un proyecto de educación con miles de jóvenes en Andalucía llevado a cabo la Fundación Cultura y Paz. "A través de mis canciones estuvieron trabajando educación en valores y me llevaron a mí para darme esta distinción en agradecimiento y es muy bonito", nos dice al final de esta charla que nos deja con ganas de más y, sobre todo, con muchas de escuchar 'El viejo boxeador'.