El entorno familiar de Almudena Grandes: de su marido Luis García Montero a sus hijos

  • Almudena Grandes ha fallecido a los 61 años a causa de un cáncer

  • Este era el entorno íntimo de la escritora

  • De su marido, el poeta, catedrático y director del Instituto Cervantes, a sus hijos

Su prolífica trayectoria como escritora pasó a convertirse en legado cuando Almudena Grandes nos dejó este sábado a los 61 años. Un cáncer del que nos hizo partícipes este octubre, a través del que definió como el artículo más complicado de su vida, ha sido la causa de la temprana muerte de uno de los grandes referentes de la literatura española del último siglo. Hace poco más de un año, una revisión rutinaria le hizo ser consciente de que le tocaría “pelear” contra un tumor maligno que se convirtió en su último “aprendizaje”. Una lección sobre la enfermedad que le hizo ver lo “afortunada” que era de tener a tantísima gente de su lado. Esos mismos que ahora están con el ‘corazón helado’ por su triste adiós.

Muchos de ellos la querían por sus letras. Eran sus lectores, los que la descubrieron en el 89 con su ya eterna ‘Las edades de Lulú’, los que la echaron de menos en la última Feria del Libro de Madrid, territorio en el que la madrileña se confirmaba año tras año como ídolo de masas, rol del que no pudo disfrutar este 2021 cuando se notó la ausencia de esas largas colas que indicaban con facilidad cuál era la caseta de Almudena Grandes porque una complicación intestinal “pesada de resolver” la tenía ingresada en el hospital.

Otros tuvieron la suerte de conocerla en persona. Felipe Benítez Reyes, Eduardo Mendicutti, Ángeles Aguilera, Benjamín Prado, Joaquín Sabina, Chus Visor, Miguel Ríos, Juan Vida, Jesús Maraña o Javier Ruiba formaban parte de ese selecto club de amigos (el club de Rota, su segunda casa), que se reunían en el piso de la autora, ese que se encontraba frente al Mercado Barceló, en el madrileño barrio de Malasaña donde creció, para esas comilonas legendarias que organizaban para celebrar cualquier cosa. O simplemente para reunirse. Los que sabían de esa efervescente atlética, "muy roja" y divertidísima colega a la que hoy reivindican en sus despedidas públicas.

Luis García Montero, el gran amor de Almudena Grandes

Pero si hubiese que diseccionar un entorno íntimo de Almudena Grandes, habría que hablar siempre, colocándole en primer lugar, de Luis García Montero. Con este poeta, ensayista, crítico literario, catedrático y, desde 2018, director del Instituto Cervantes, hacía un tándem clave para nuestra cultura. Dos sabios que se unieron en matrimonio en 1994 y que estuvieron juntos hasta este 27 de noviembre de 2021 que marca un punto y aparte.

Sin embargo, si algo nos hizo conocer cómo era su relación de pareja, fue un poema que el ahora viudo de la autora de esos 'Episodios de una guerra interminable' con los que ha cerrado su carrera, escribió hace años y que ahora huele a despedida

Su fuerte implicación política hizo habitual verles juntos en coloquios, presentaciones de libros y otros actos intelectuales. Pero si algo nos hizo conocer cómo era su relación de pareja fue un poema que el ahora viudo de la autora de esos 'Episodios de una guerra interminable' con los que ha cerrado su carrera escribió hace años y que ahora huele a despedida.

"Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve, con ese mismo invierno que hiela las canciones cuando la tarde cae en la radio de un coche, como los telegramas, como la voz herida que cruza los teléfonos nocturnos igual que un faro cruza por la melancolía de las barcas en tierra, como las dudas y las certidumbres, como mi silueta en la ventana, así duele una noche, con ese mismo invierno de cuando tú me faltas, con esa misma nieve que me ha dejado en blanco, pues todo se me olvida si tengo que aprender a recordarte", decía este 'La ausencia es una forma del invierno' de García Montero que tanto está emocionando a las redes.

Una hija que trató de huir de la alargada sombra de sus apellidos

Cuando decidieron ser compañeros de vida allá por los noventa, tanto Almudena Grandes como él crearon una familia que ya venía formada. Mauro e Irene eran los dos hijos que cada uno traía de una relación anterior y que aportaron a un clan al que se incorporó Elisa, su única descendiente en común. De ella, de la pequeña, es de la que más ha trascendido, y no por las labores del papel couché, sino por su firme intención de reivindicarse públicamente como el polo opuesto de sus padres.

Si sus progenitores se alzaron como grandes voces de la izquierda, la "rebelde" García Grandes se unió desde muy joven al lado falangista. "Si su padre es del Real Madrid y del Granada, y su madre del Atlético de Madrid, pues ella se nos ha hecho del Rayo Vallecano", contó Luis en una entrevista en 2012.

Por entonces, Elisa "parecía sentirse red skinhead". Años más tarde, el hecho de que diese una conferencia sobre nacionalsindicalismo en nombre de la Falange Española. El "como dice su madre: está haciendo pagar todo lo que nosotros le hicimos sufrir a nuestros padres" que dijo en su día García Montero resume este 'llevar la contraria' a la perfección de esta hija "paradójica" de Grandes.