{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Tener en el currículum haber ganado un Oscar a Mejor actor protagonista era el único pro que se llevaba Will Smith de la fatídica gala en la que le profirió un puñetazo a Chris Rock por un desafortunado chiste sobre la alopecia de Jada Pinkett. Con su futuro profesional en vilo por esta agresión de la que el planeta sigue opinando, este 'final feliz' de la ceremonia del pasado domingo podría no ser tal por decisión de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, que aún está deliberando qué medidas tomará ante su agresión a uno de los entregadores en pleno directo. Pero analicemos en qué punto está esta trama.
Aquel escueto "condenamos la violencia en cualquiera de sus formas" que escribieron en su perfil de Twitter pocas horas después de lo sucedido no fue suficiente. La opinión pública exigía una actuación directa por parte de los académicos ante este acto de violencia sobre el que no hubo represalias a lo largo de la gala. Al menos visibles.
Era tal el shock que provocó esta agresión que tanto los presentes en el Dolby Theatre de Los Ángeles como los madrugadores que lo vivieron en directo tardaron en discernir si era gag o realidad. Pero en backstage, los organizadores de los Oscar sabían desde el principio que de broma, nada.
En una carta a la que ha tenido acceso Variety y que está firmada por el presidente de la Academia, David Rubin, y la directora ejecutiva, Dawn Hudson, la directiva asegura sentirse "molesta e indignada" por cómo el "comportamiento inaceptable y dañino de un nominado" "ensombreció" la que era la gran celebración de la industria cinematográfica.
Lo mismo piensa Wanda Sykes, una de las presentadoras de esta edición, que en una entrevista con Ellen Degeneres ha definido como "repugnante" la actitud de Will Smith hacia su "amigo" Chris Rock. "Físicamente me puse enferma, todavía estoy un poco traumatizada por lo que pasó", ha manifestado en una entrevista que coincide con esta filtración por parte de la Academia, que ha ido más allá.
"Como se indica en nuestros estatutos, la Junta de Gobernadores de la Academia tomará ahora una decisión sobre la acción apropiada para el Sr. Smith. Como se rige por la ley de California con respecto a los miembros de las organizaciones sin fines de lucro como la Academia, y establecido en nuestras normas de conducta, esto debe seguir un proceso oficial que tomará unas semanas", han declarado de manera formal.
Entre estas medidas podría entrar quitarle su estatuilla a Will Smith, reconocimiento que ganó por su labor como Mejor actor protagonista en 'El método Williams', donde daba vida al padre de las tenistas Venus y Serena. Pero esta parece ser su última opción.
Cabe recordar que el escándalo sexual por el que Harvey Weinstein, el gran fabricador de premios Oscar de nuestra historia reciente, no derivó en que la Academia le retirase ninguno de sus reconocimientos como productor. Sin embargo, el hecho de que este incidente se produjese en plena gala ha acrecentado aún más el clamor popular.
Este miércoles, en una nueva nota emitida por la Academia en la que (una vez más) trata de demostrar a la audiencia que 'hizo lo correcto', se asegura que le pidieron a Will Smith que abandonara la ceremonia después de bofetada y que él se negó a hacerlo, una reacción que según la institución de la que el actor aún forma parte "podría haber gestionado de otra manera".
Ahora, en este nuevo comunicado entra en juego Chris Rock, otro de los protagonistas de esta historia, al que se agradece "su resiliencia en el escenario", posicionándose así de su lado ante el "traumático y profundamente impactante" gesto que tuvo con él el intérprete.
Sus disculpas también se amplían a "nominados, invitados y espectadores", entonan el mea culpa por no haber "anticipado" lo que terminó sucediendo e informar de que la Academia ha abierto un expediente a Will Smith, al que se le ha invitado a presentar una declaración escrita sobre lo ocurrido.
Una vez tengan todo sobre la mesa, la junta de gobernadores se reunirá el 18 de abril para decidir si suspenden o expulsan de la Academia al actor, tal y como ya hicieron con el ya mencionado Harvey Weinstein, Roman Polanski o Bill Cosby, o si, en última estancia, le retiran ese Oscar que tantísimas ganas tenía de ganar.