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Lorena Gómez siente que está en su "mejor momento". En una industria en el que hay "constantes altibajos" y debes estar "muy preparado psicológicamente" para llevar una carrera musical, la artista publica este viernes su tercer disco, un trabajo en el que ha estado involucrada durante cuatro años y considera que es su "verdad más absoluta" y su "esencia".
Doce canciones forman 'Me vuelvo a la vida', un álbum lleno de vivencias y compuesto por ella en el que relata, de la forma más personal posible, los momentos más importantes de su vida en los últimos cuatro años. La incertidumbre de un trabajo "inestable", la muerte de su madre y el nacimiento de su hijo René, que actualmente tiene tres años, son algunos de los episodios de su vida que han marcado de una forma u otra su último proyecto profesional.
A lo largo de su carrera ha habido "momentos muy complicados" y difíciles en los que le ha costado saber dónde estaba y cuál era su futuro. La experiencia y las ventanas que se han ido abriendo a su paso le han permitido llegar hasta donde está ahora. Sin embargo, Lorena Gómez no ha sido solo cantante, también estuvo seis años viviendo en Estados Unidos y siendo protagonista de algunas de las telenovelas más conocidas. "Hay gente que sabe que su futuro está escrito, el mío ha sido paso a paso y ha estado muy marcado. Cuando es el momento de cada uno llega", nos confiesa en esta charla.
Lo que más le ha costado es encontrar su estilo, algo en lo que ha estado "en búsqueda constante" los últimos años. Por eso, 'Me vuelvo a la vida' recoge todos los estilos en los que se ha visto cómoda a lo largo de su carrera y relata una historia "de resilencia" en la que nos cuenta, a través de su música, la capacidad que ha tenido de superar los momentos más complicados. "Con el tiempo aprendes a vivir con ese dolor, la pérdida de una madre, que es el dolor más grande del mundo. Sé que ella está y la siento conmigo siempre. Sé que estará siempre sonriendo y alegrándose de todo lo que me está pasando", asegura emocionada.
Un año después de comenzar su relación con René, el hermano y manager de Sergio Ramos, la pareja anunció que estaban esperando su primer hijo en común. Ahora que tiene tres años, el pequeño René (que se llama igual que su padre) siempre está "deseando" que su madre vaya a cantar para acompañarla. "El otro día en la presentación del disco aluciné. No me esperaba que subiese al escenario y estuviese como en su casa. No estaba planeado que él subiera, pensé que se podía poner a llorar. Se robó el show, como se dice en Estados Unidos. Es como yo, igual, yo de pequeña era idéntica", dice orgullosa de su hijo.
Lorena siente que nunca ha tenido que renunciar a nada para tener y criar a su hijo. Vivió el parto en plena pandemia, justo "en el cierre de todo", y nunca ser madre le ha impedido "hacer nada". "Cuando puedo viene conmigo, mi familia me ayuda y está siempre en todo. Mi chico también se intenta organizar", dice sobre su organización para conciliar.
Aunque los primeros meses de vida del menor decidió no mostrar su rostro en redes sociales, con el tiempo cambió esa decisión y en ocasiones nos enseña cómo ha crecido. "Creo que al final no se puede esconder. Antes de que la gente cuelgue esas fotos, prefiero mostrarle yo", explica. Eso sí, Lorena cree que "hay una cierta edad" en la que dejará de hacerlo y dará paso a que sea su hijo el que tome la decisión, cuando sea mayor de edad, de lo que quiere mostrar públicamente.
La artista no ha sido "de muchas relaciones" a lo largo de su vida y ha estado "bastante tiempo sola" ¿El problema? Le ha resultado muy díficil encontrar a una persona que entienda su profesión, una carrera en la industria musical que implica "estar siempre viajando" y tener "poca rutina en casa". El 20 de septiembre de 2018, fecha que da título a una de las canciones de su último disco, comenzó una relación con René Ramos, uno de los hombres de su vida y la persona que ha encajado como "la pieza perfecta" de su puzzle.
De lunes a viernes, si no tiene un evento no se maquilla nunca. Hace años que la opinión de la gente le dejó de importar, pero ha necesitado madurez y mucha terapia para conseguirlo. Cuando salió de la academia, la artista tenía "obesión" con mirarse constantemente al espejo y no gustarse, tenía "pánico" al que dirán.
En los últimos cinco años ha desarrollado el "culto al cuerpo" con una buena alimentación y una rutina deportiva que le permite sentirse bien y desconectar su mente. "Tengo un poco de obsesión con el cuidado de la piel. Con el paso de los años, el colágeno se pierde y hay que hidratarse", nos cuenta sobre una de las cosas en la que más empeño pone.
Tras sacar a la luz el que considera su proyecto mas personal, a Lorena Gómez le encantaría que vinieran "muchas cosas". La artista desea que se hagan realidad todos los sueños que ha tenido desde que empezó a componer este último disco. Como directora de su propia empresa, la cantante está centrada en su carrera musical y este álbum se ha convertido en su "segundo hijo". "Tengo ganas de cantarlo a la gente y de hacer conciertos. Tengo ganas de abrazar y de agradecer", nos ha terminado diciendo. Y si algo tiene claro es que todo ha merecido la pena.