Dani Martín ha cogido un avión para volver a su "paraíso". Y no, no es Zahara de los Atunes, ese refugio gaditano al que huye para encontrar paz. De trata de un lugar en el que es capaz de ser más él, ser más feliz, donde puede hablar y abrirse en canal. "Es silencioso, cómodo, a veces paso calor, me emociono, conecto con mi infancia, con mi tristeza, con mis carencias, mis errores", lo ha descrito. Y ese espacio es la consulta del psiquiatra. También se abrió en canal en su última canción, 'Cómo me gustaría contarte', que le dedica a su hermana Miriam.
“Merece la pena encontrar lugares donde uno se siente que está trabajando y aprendiendo”, ha expresado con satisfacción. Un “gimnasio donde la cabeza y las emociones se equilibran, se deshacen nudos, conoces de dónde vienen muchas cosas” al que muchos tienen miedo a acudir.
El éxito rotundo en la música, la gestión de su autoestima o solventar el trauma que le provocó la muerte temprana de su hermana le animaron a recurrir a la ayuda psiquiátrica, y vistos los resultados, Dani Martín ha querido utilizar su altavoz virtual para crear un movimiento, el de “yo voy al psiquiatra”. En él, el cantante ha encontrado un oasis en el que aprendes “a ser quien eres o, al menos, lo intentas”, “donde aceptas, donde asumes”, donde es feliz.
Su intención es que este alegato le sirva a alguien. “No me considero ni referente ni alguien que intente influenciar ni contar qué debe hacer cada uno en su vida”, ha querido dejar claro. “Tampoco me he comido a Buda ni he dejado de ser el ser errante que soy”, ha aclarado. Y por encima de todo, para demostrar que ir al psiquiatra puede estar motivado por infinidad de razones, Dani ha explicado que no tiene “ninguna enfermedad mental diagnosticada” y que con esto no está buscando “apoyo”.
Lo que quiere manifestar es que está vivo, que es una persona con imperfecciones y con mucho trabajo por hacer, pero con herramientas para mejorar. “Los psiquiatras no solo medican a las personas, también hacen trabajos maravillosos para ordenar los trasteros que tenemos dentro cada uno, llenos de cosas desordenadas, mal ubicadas, descuidadas, con polvo, y te enseñan a deshacerte de otras que guardamos y que ya no necesitamos”, ha zanjado.
Martín no pretende recibir mensajes como “pero Dani, ¿estás bien?”, “pero, ¿qué te ha pasado?”. Su objetivo tan solo era dar voz a la salud mental. Y por las miles de reacciones que ha recibido, parece haberlo conseguido.