La Sala Sol de Madrid fue el lugar elegido para que Fito presentara el último trabajo de los Fitipaldis. Sus señas de identidad estaban todas: boina, pendientes, cazadora vaquera y pitillos. También la cercanía y la humildad.
Cuando lo complicado es hacerlo sencillo
Sencillez. Ese es el adjetivo a partir del que Fito ha querido construir su último trabajo, titulado 'Huyendo conmigo de mí'. Tras tanto años creando canciones, el cantante se está permitiendo, más que nunca, hacer lo que le brota de la guitarra. Él fue quien decidió dejar un grupo como 'Platero y Tú' en su momento álgido para emprender una aventura en solitario. Y ahora recoje los frutos.
"Cuando la gente me dice que soy continuista, que suena a lo mismo de siempre, yo les tengo que dar la razón, porque jamás pienso en quitar lo que he hecho e inventarme otra cosa nueva. Solo me preocupa hacer canciones", afirma el de Bilbao.
El proceso creativo, el estudio de grabación, y Carlos Raya
"Yo antes grababa porque había que hacer gira, pero estaba deseando salir de ahí por patas", ha explicado Fito. Sin embargo, también asegura sonriente que ahora se siente "muy bien" en los estudios grabando: "Ya no siento la presión de antes". En el por qué de esta situación ha influido su inseparable amigo y guitarrista Carlos Raya. Él le ha ayudado a relajarse. Una vez que el vizcaíno tiene la base de las canciones y las estruturas musicales, Carlos pone un poco de orden global en el 'caos creativo' del autor. La compenetración entre ambos es absoluta.
El éxito de sus canciones
"No sé dónde está la clave del éxito que tienen mis canciones. Yo no sé, por ejemplo, porqué me gustan Rosendo o Rory Gallagher. Si ni siquiera sé explicar por qué me gusta la música de otros, cómo voy a saber por qué gusta la mía", ha explicado el vasco. Y hasta lanza un órdago: "yo compongo lo que puedo y a veces lo sobrevaloráis. Pero hago la música que deseo hacer".
La situación actual del país y las letras reivindicativas
Fito no es un músico que se caracterice por letras que ataquen de manera explícita al sistema establecido, huye de ellas. Quedan caducas con el paso del tiempo, dice, y "no es mi estilo". Pero uno tiene un límite, y en este disco no ha podido aguantarse más. Por primera vez, Fito muestra su lado más crítico en 'Nada de nada'. Y se moja: "No sé si es que me he hecho viejo y me duele todo más”. Para compensar "he metido una canción de Krahe", comenta entre risas.
Vuelta a la carretera
Dentro de unos días la banda vuelve al asfalto. En esta nueva aventura los Fitipaldis pretenden darle más importancia al escenario, quieren trasladar a los grandes pabellones "eso que se pierde en el teatro", comenta Fito. "Estamos metiendo las canciones con más energía. Venimos de los teatros y queremos hacer todo lo contrario, que nadie se quede parado." Y no es que el cantante guarde una mala experiencia del circuito teatral, todo lo contrario, "yo me hubiera quedado en teatros el resto de mi vida, me parece lo más sensato y lo más humano, mientras suene bien..." Sonó y sonará muy bien. Larga vida maestro.
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