Rosa López mintió para entrar en OT: "Fue el sufrimiento de unos padres para que no trataran mal a su hija"

Han pasado veinte años desde que una jovencísima Rosa López decidió cambiar su futuro y dedicarse profesionalmente a la música. En todo este tiempo hemos ido conociendo muchas cosas de ella, pero en una charla con Jordi Évole, la artista ha confesado las luces y sombras de la fama y de su paso por aquel concurso en el que conquistó a España y quedó ganadora: "Mi vida empezó con Operación Triunfo, yo era una mujer en proceso, no tuve adolescencia. Ahí empezó mi vida".

Para Rosa López fue "horrible" separarse de sus padres. Ella les notaba la cara de terror porque se iba sola y a ellos "se les caía el mundo encima". Fue su madre la que decidió apuntarla al programa, pero lo que no había desvelado hasta ahora son las tres mentiras que contó para poder entrar y comenzar una carrera en la música. "En una de las muchas pruebas para entrar al concurso, me preguntaron a qué estaba dispuesta para entrar en el programa. Decidí perder eso porque sentí que era lo que querían escuchar", confesaba la artista, que ha tenido un impactante cambio físico en estos últimos veinte años.

Las tres mentiras de Rosa López para entrar en el concurso

Una de las primeras cosas que contó es que ella procedía de un pueblo de Granada llamado Armilla, algo que no era real. Rosa López ha explicado que es de un barrio cercano al polígono de Almanjáyar, pero ella y su familia tenían miedo de que se les excluyera por sus orígenes, algo que ideó su madre.

Las otras dos mentiras fueron que sabía tocar el piano y que sabía hablar inglés, dos cosas que no eran verdad. "Fue el sufrimiento de unos padres para que no trataran mal a su hija", justificaba Rosa López, que ha dejado ver las luces y sombras de la fama. "Me parece que falsificar un currículum es lo más español que hay", respondía Jordi Évole, que ha querido quitarle hierro a las tres mentiras que ahora salen a la luz veinte años después.

Una vez ganó el concurso tuvo un gran éxito, sonó en todas las radios y ganó una importante cantidad de dinero. Pero años después llegaron sus problemas con Hacienda al no justificar 80 millones de pesetas. Para solucionar aquella situación, la artista tuvo que vender dos casas y comprarse un piso pequeño en Madrid que continúa pagando actualmente: "No estoy ligada a ninguna discográfica, ahora soy buena, bonita y barata. Mi caché está entre 9.000 y 14.000 euros. No soy feliz si no me dedico a esto".