Raquel Mauri, la peluquera sevillana que enamoró a Rakitic

Ton Vilanova 25/06/2014 20:13

Estamos acostumbrados a la figura del típico futbolista excesivo y juerguista y cuando nos encontramos a uno que pone a su familia por delante de todo nos sorprende. Iván Rakitic ha tenido que hacer un gran esfuerzo para dejar el Sevilla, el club donde lleva jugando desde 2011, y fichar por el FC Barcelona en una operación millonaria y muy ventajosa para él y el gran motivo es su mujer, Raquel Mauri, y su hija.

Peluquera de profesión, Raquel Mauri es una WAG humilde que ahora tendrá que vérselas con las divinas del Barcelona. Los caminos de Iván y Raquel se cruzaron a los pocos días de que el croata aterrizara en la ciudad hispalense. Se conocieron en una discoteca y enseguida empezaron a salir.

Nacida en el sevillano barrio de Pino Montano, donde vivía con sus padres, Raquel es una orgullosa sevillana apasionada de la Feria de Abril y la Semana Santa. Dichas aficiones son ya comunes, siendo éstas las únicas ocasiones en que se ha visto al jugador croata de fiesta. Alejado de las discotecas y la vida nocturna, Rakitic era uno más en Pino Montano, donde la familia paseaba ajenos a toda fama y saludaban a los vecinos como si tal cosa.

Iván y Raquel se dieron el sí quiero en 2013. Él lucía un inolvidable traje brillante en plata y ella un vestido rosa con pedrería que apenas disimulaba su estado de buena esperanza. A los meses nació su pequeña, el ojito derecho de papá, con el que ha celebrado los títulos del Sevilla.

Su “humildad” es notoria en ciertos detalles (y no sólo en las fotos de dudoso gusto). Descartaron vivir en la exclusiva urbanización de Montequinto, pegada a la ciudad deportiva del Sevilla donde reside la mayoría de la plantilla, por el complejo residencial de Zuadín, en Tomares, donde pasan completamente desapercibidos.

Además, Rakitic quiso echar una mano a su familia y abrió un bar-restaurante a principios del 2012 junto a sus cuñados. El ‘Dinain Tapas & Copas’ iba estupendamente pero apenas duró unos meses porque el local estaba muy próximo al campo del Betis y sufrió el “asedio” de los ultras del otro equipo sevillano y gran rival.

La fidelidad por Raquel está más que demostrada. Él fue el único jugador de la plantilla sevillista que no celebró el pase a la final de la 'Europa League' tras vencer al Valencia en la conocida discoteca Hoyo 19.

Y es que las celebraciones no siempre le han dado alegrías a Rakitic. La imagen del croata dándole (sin querer) un beso en la boca a su compañero Carriço cuando consiguieron la Europa League dio la vuelta la mundo. No tardó en negar toda homosexualidad y además, tirando de hemeroteca, no queda muy bien retratado en este sentido: "Respeto a los homosexuales, pero no quiero a esa gente en el vestuario. No me marcharía de un equipo por eso, porque respeto igual a un homosexual que a un negro, un gordo o un enano, pero de ser posible prefiero no tener a gays en mi vida", declaró el croata-sevillano en vísperas de la Eurocopa 2012 a la revista Offside Magazine.

Parece mentira pero la homofobia sigue siendo una constante en el fútbol profesional, a pesar de que muchos futbolistas hayan salido del armario y hayan luchado para que no se les discrimine por su opción sexual.

Esperemos que en Barcelona conozca muchos gays, que se vaya a las discotecas de ambiente con Raquel y que disfrute de la ciudad donde está llamado a triunfar. Raquel echará de menos su Sevilla pero con el AVE se planta en apenas unas horas caminando por las calles de Pino Montano e igual se puede llevar a Shakira, Melissa Jiménez, Antonella Roccuzzo, Yolanda Cardona, Nuria Cunillera