Los villanos turcos, cara a cara: el personaje más malvado de las series de Divinity

  • Emir, Hakan, Tashin... Las series turcas de Divinity han tenido un malvados que pasarán a la historia

¿Te imaginas una serie que reunieran Hakan, Emir y su padre, Hüma, Önem, Tahsin Korludağ, el padre de Sühan, Seyma? Menuda se iba a liar con tanto malo. Desde que arrancara la fiebre por las series turcas en Divinity hemos visto villanos para todos los gustos pero solo uno puede ganar esta particular guerra que hemos creado en Divinity

Y es que, aunque así a priori todos nos decantaríamos por Emir o Hakan, no hay que hacer de menos a los demás. Y es que si una madre es capaz de arruinar la vida de su propio hijo, ¿de qué no sería capaz en un todos contra todos? Mucho ojo.

Emir, Galip y Asu: la maldad les corre por las venas

En nombre del amor. Así actuaba Emir pero se le fue de las manos. Su obsesión por Nihan, su difícil infancia y un ego fuera de lo normal le llevaron a cometer los peores crímenes. Provocó que su cuñado matara a una joven para lograr casarse con Nihan, a la que colocó una bomba, secuestró a su hija y acabó matando al bueno de Kemal. Y esto es solo un resumen. Las maldades de Emir no tuvieron fin hasta que no saltó por los aires con su mayor enemigo en el épico final de 'Kara Sevda'.

Pero ojo, que su hermana no tenía mucho que envidiarle. Asu, quien al principio nos parecía una niña buena y adorable, mutó, al igual que su hermano, en nombre del amor. Y es que, al igual que Emir, Asu no se enamoró sino que se obsesionó con Kemal y eso le llevó a cometer auténticas locuras cuando se dio cuenta de que no tenía nada que hacer contra Nihan. Loca de amor organizó un supuesto secuestro y asesinato para implicar al hombre que amaba.

Y sí. En el caso de Emir y Asu nos viene fenomenal el dicho 'de casta le viene al galgo' o 'de tal palo tal astilla'. El padre de los hermanos Kozcuoğlu era de la peor calaña. Resumiendo mucho su trayectoria, recordemos que Galip no dudó en empujar al vacío a su mujer en un ataque de celos. No hay mucho más que añadir.

Hakan, el malo ambicioso

Pero no solo los Kozcuoğlu han sido los encargados de sembrar el miedo y el odio en las novelas turcas. Hakan, el malo de 'Dolunay' también tiene lo suyo. El odio hacia Ferit y su familia, sus ambición y su ansias de poder le convirtieron en una bomba de relojería.

Nada se le ponía por delante a la hora de destruir a los Aslan. Mató a sus cuñados y convirtió a su propia mujer en una asesina (menos mal que la quería). Por supuesto, hizo la vida imposible a los protagonistas e incluso intentó acabar con la vida de Nazli. ¡Menudo curriculum!

Demet tampoco es trigo limpio

Pero no, Demet su mujer no logró nunca darnos demasiada pena por estar casada con un villano así. Y es que ella tampoco era el paradigma de la bondad. Movida por sus celos y por su amor hacia Ferit., mintió, amenazó, tendió trampas a los protagonistas, utilizó a su sobrino y estuvo a punto de matar a Nazli encerrándola en un cámara frigorífica. Vale que no llegaba al nivel de su marido pero también tiene una buena lista de maldades dignas de un gran villano.

Yasemin, la sibilina

En 'Te alquilo mi amor' también hubo villana. Se trataba de Yasemin, una engreída y ambiciosa directiva de 'Passionis' que aspiraba a convertirse en la mujer de Ömer. Y claro, con la llegada de Defne a la empresa se desató la tormenta. Sin ningún tipo de escrúpulos hizo lo posible por echar a la asistente del jefe. Eso sí, el amor le cambió la vida y se transformó y acabó cayéndonos bien.

Tahsin Korludağ, el hombre que traicionó a un amigo

Respetado y temido a partes iguales, el padre de Sühan marcó su destino con una traición a un amigo, al que le robó unas valiosas obras de arte. Ahí comenzó todo.

Sin embargo, Tashin no fue el único personaje malvado de 'Sühan'. En la segunda temporada descubrimos a Riza, que superó con creces al primero y sembró el terror en la familia. Movido por el odio y su sed de venganza, trató de destruir a los Korludağ y a Cesur.

Önem y Hüma, malas madres (pero de verdad)

Ser la mala de la historia y tener como único objetivo separar a los protagonistas tiene un plus importante si uno de los implicados es tu hijo. Y eso es precisamente lo que ocurre cuando hablamos de Hüma y Önem.

La primera ya era mala desde hacía años. Abandonó a su hijo para vivir la vida y cuando regresó a Estambul se creyó con el derecho de hacer y deshacer a su antojo en 'Erkenci kus' ¡Menuda pieza! Sin apenas conocerla decidició que Sanem no era la mujer indicada para su hijo y, ayudada por Yigit, organizó una trama que ya le hubiera gustado a más de un mafioso. No. No fingió su propia muerte pero sí una falsa parálisis. Y le salió bien.

¡Y qué decir de Önem! Diremos en su favor que no abandonó a su hijo y que cuidó de él cuando su padre le abandonó. Pero hasta ahí porque ¡menudas ha liado para separar a Ayaz y Öykü! Simuló un intento de suicidio y se metió por medio todo lo que pudo hasta llegar a su obra cumbre. La venganza contra el padre de su hijo casi acaba en tragedia. La diseñadora estuvo a punto de acabar con la vida de su hijo por un rencor inexplicable.

Mete, el último villano

Y cuando todos pensábamos que con Önem y Seyma ya había suficiente en 'Amar es primavera', va Mete y se convierte en el auténtico villano de esta historia. ¡Menuda le está preparando a Seyma!

Yigit, Pamir, Sude, Seyma, Derya... La lista es interminable y es que en las novelas turcas hay villanos para todos los gustos y capaces de cualquier cosa. Mejor no enfadarlos.