La triste confesión de Can: "Sanem se ha ido, no me queda más remedio que irme"

  • Sanem y Can están a punto de besarse

Unas horas juntos les basta para recordar todo lo bueno y el motivo por el que empezaron a salir juntos. Y aunque son muy testarudos y se resisten a dar su brazo a torcer, entre ellos saltan chispas.

La inocencia, la ternura y la sonrisa de Sanem vuelven loco a Can. Es incapaz de resistirse a sus encantos y sus historias. Sin embargo, siempre algo les interrumpe en el peor momento. Esta vez han vuelto a ser Polen y Yigit los que han roto la magia.

Can, empeñado en ir a los Balcanes y Sanem, de viaje con Yigit

Se acerca la fecha en la que miles de kilómetros separarán definitivamente a Can y Sanem. Pese a que las últimas horas han sido muy intensas y algo en su interior le dice que está cometiendo un error, Can sigue adelante con sus planes de viajar a los Balcanes. Por su parte, Sanem sigue volcada en su trabajo como editora y decide irse con Yigit a un viaje de negocios que podría suponer un antes y un después en su relación con el fotógrafo.

Can se confiesa con Cey Cey

Horas antes de partir a Balcanes, Can no quiere pasar la noche solo. Cey Cey parece la mejor compañía y es con él con el primero en sincerarse sobre cómo se siente. "No me merecía lo que me hizo Sanem. La quería muchísimo. A mí me gustan más las montañas que los seres humanos. Pero Sanem es otra cosa. He visto muchas veces las montañas del Tibet y el Amazonas y al verlos me dije que nada podría impresionarme más que aquello. Pero me equivocaba. Lo que más me emociona de este mundo es la sonrisa de Sanem y esos hoyuelos que le salen cuando sonríe. No los cambiaría por nada del mundo. Pero se ha ido. Me ha dejado. No me queda más remedio que irme."