Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, explica cómo dar voz a los niños silenciosos: "La forma es muy sencilla"
Álvaro Bilbao recomienda a los padres estar atentos a esos niños especialmente tímidos para darles su lugar y que puedan participar en los grupos
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Pasan desapercibidos, son callados, no expresan sus deseos, observan lo que ocurre a su alrededor y en muchas ocasiones se adaptan a lo que el resto del grupo desea porque ellos prefieren guardar silencio. Son esos niños callados, tranquilos, que no llaman la atención. Niños que tratan de mantenerse en un segundo plano. Muchos padres no le dan importancia y consideran que se trata de de un niño tímido y que eso no es más que una característica de su personalidad, pero hay que estar atentos a esa introversión en los contextos sociales y a esa falta de asertividad cuando se convierte en un patrón. La timidez no es un problema en sí mismo, pero sí se puede convertir en un problema cuando limita el potencial del pequeño, le hace sentir mal, comienza a interferir en sus relaciones interpersonales o le lleva al aislamiento.
Por todos estos motivos hay que estar especialmente pendiente de estos niños e intentar ayudarles para que interactúen cuando están en grupo y que hablen, tal y como ha explicado en sus redes sociales el neuropsicólogo y divulgador Álvaro Bilbao, que cree que es importante poner el foco en estos niños. Ellos ganan confianza y el resto aprende a escuchar.
Cómo dar voz a los niños silenciosos
"La próxima vez que estés con un grupo de niños pequeños, recuerda esto. No te olvides de dar voz a los silenciosos". Álvaro Bilbao lo tiene claro e invita a todos los padres (sea su hijo u otro niño el silencioso) a intervenir y fomentar la participación de esos pequeños en el grupo. Hay que hacerles ver que ellos y sus deseos son importantes y tenidos en cuenta. Pero, ¿cómo hacer que intervengan en la conversación? La forma es muy sencilla, basta con dirigirse a ellos e interpelarles directamente. "¿Qué quieres hacer?" , ¿Quieres bajar al parque?" o "¿Te apetece jugar a este juego?" son preguntas perfectas para que ellos puedan expresar sus deseo, posicionarse y participar en el grupo.
Niños más seguros y más empáticos
El aprendizaje cuando invitas a un niño silencioso a que se exprese frente a los demás, es para todos. Para el niño que no suele hablar y para el resto de los pequeños. Los primeros ganan confianza y los segundos empatía y respeto hacia los demás. "Cuando das voz a los silenciosos, el resto de niños aprende a escuchar a los demás y ese niño se da cuenta de que su voz es importante, que hay personas que valoran lo que piensa y le quieren escuchar", ha señalado el divulgador.
Pero el aprendizaje va mucho más allá de sentir que lo que dice importa. El lugar en el que participa y saber que está siendo escuchado le hace ganar seguridad. "Al hablar en último lugar, ganará confianza y seguridad porque le estamos dando una posición importante, la que está reservada para el líder, que siempre tiene la última palabra y al que se le escucha más que los demás", ha señalado en este vídeo. En resumen, "los otros niños aprenderán a escuchar a todos y ese niño concreto sentirá que su voz merece ser escuchada por los demás".
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