Ha pasado más de un mes desde que salieron a la luz las imágenes de Íñigo Onieva besando a otra mujer. La noticia tuvo una gran repercusión porque tan solo unas horas antes, Tamara Falcó y el empresario habían anunciado públicamente su compromiso. Desde ese momento, la hija de Isabel Preysler ha hablado en más de una ocasión sobre el asunto y ha confirmado que su relación con él está rota y que no ve posibilidad de reconciliación porque tienen puntos de vista distintos sobre la idea de relación y de familia. Por su parte, Íñigo se ha mostrado muy arrepentido y ha pedido perdón en más de una ocasión por su "inaceptable actitud".
Pero sin poder evitarlo, este revuelo mediático también ha salpicado a las dos familias. La familia de Tamara Falcó, acostumbrada a los medios de comunicación, no han tenido problema en responder a las preguntas de los paparazzis y contar cómo se encontraba la marquesa de Griñón tras esta inesperada infidelidad. Sin embargo, la familia de Íñigo Onieva, que no están tan familiarizados con los paparazzis, sí han tenido que enfrentarse a situaciones que nunca hubiesen deseado. El propio empresario, en una de sus últimas apariciones públicas, pidió respeto para su madre y sus hermanos, que no estaban pudiendo hacer una vida normal y tenían que ir acompañados siempre por la prensa.
Los primeros días fueron un verdadero agobio para Carolina Molas, madre de Íñigo, que llegó a soltar algunas lágrimas debido a la presión mediática a la que se vio expuesta. Sin embargo, en esta última ocasión ha sido pillada por los paparazzis mientras entraba en su coche y ha respondido amable a las preguntas de la prensa. La madre de Íñigo Onieva ha asegurado que "sí" guarda cariño a Tamara Falcó y que le desea lo mejor.
La hija de Isabel Preysler se ha apoyado mucho en su fé tras la infidelidad. También lo ha hecho Íñigo, al que hemos podido ver salir de la iglesia en varias ocasiones en los últimos semanas. El padre Ángel, íntimo de Tamara y quién la bautizó, ha hablado con ella en las últimas semanas y, en una conversación con Europa Press, ha contado cómo la ve y el consejo que le ha dado: "Me atrevo a decir que Tamara todavía es una niña, todavía tiene que crecer más por dentro y por fuera, es decir, pero ojalá siga siendo ella. Hemos hablado de vez en cuando y el consejo es que hay que estar fuerte y no se puede tirar la toalla". Además, el padre Ángel descarta una reconciliación con Íñigo y considera que "no tiene por qué volver con el mismo, somos seis o siete mil millones de habitantes".