David Bustamante confesaba recientemente el disgusto que tuvo con su hija Daniella, fruto de su relación con la actriz Paula Echevarría, por sus resultados académicos. La adolescente de 13 años, que cursa en la actualidad primero de la ESO, es muy buena estudiante, según sus propios padres, pero hubo una asignatura muy importante para parte de su familia que se le atragantó a finales del pasado año.
“Me va a querer matar, porque es lo contrario. Mi hija es un amor, me saca unas notas increíbles, pero en casa de herrero, cuchillo de palo. Me ha suspendido música”, aseguraba en el programa de Dani Rovira. El músico, entre risas, explicó que le recordó a la joven que tiene “un músico en casa” y le podía preguntar cualquier asunto relacionado con esta disciplina. “No pasa nada porque el resto son todo sobresalientes, pero que la próxima vez le ayudaba yo a poner notitas en el pentagrama”, ofrecía su inestimable ayuda a Daniella, que no encajó nada bien que su padre hiciese públicas sus notas.
“La pobre, me echa unas broncas por contarlo todo”, ha reconocido ahora el cántabro en una entrevista para Europa Press con motivo de la gira del musical de Ghost. Bustamante está feliz porque su niña está esforzándose y ha mejorado sus calificaciones en música: “Me sacó el otro día un notable alto”, ha comentado orgulloso. “Yo estoy contento ya con eso, con que apruebe, por favor. En casa de herrero, cuchillo de palo. Una maravilla, ya se ha puesto las pilas. Hizo lo que tenía que haber hecho: preguntarme”, ha remediado Daniella su error con la ayuda de su progenitor, que ahora presume de su expediente.
El artista desea que la niña vaya en un futuro a la Universidad, aunque considera "normal" que a su edad tenga las “fantasías” de querer seguir los pasos de sus padres. “Me gustaría que hiciera una carrera. Mi hija habla inglés y alemán y quiero que se siga formando, porque ese es el futuro”, comentaba en ¡Hola!, donde recalcaba que tanto la madre como él intentan “darle la mejor educación posible” para que, a ser posible, no se repita la historia de su padre: “Yo no estudié porque no quería y había que ayudar en casa, y con catorce años estaba trabajando en la construcción”.