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¿Por qué los españoles son cada vez más infértiles?

  • Un 25% de la población española tiene problemas de fertilidad

  • Principalmente la edad, pero también el estilo de vida o la falta de información son los tres principales condicionantes de la bajada de nuestra calidad reproductiva

Una de cada cuatro personas en España puede presentar algún problema a la hora de concebir un hijo. Esto no solo tiene que ver con nuestra tendencia a ser padres cada vez más tarde. No llevar un adecuado estilo de vida es otro de los motivos por los que están aumentando los casos de infertilidad en nuestro país. Ello provoca un descenso en la calidad seminal y de los óvulos, que podría evitarse o mejorar con más información.

Por otro lado, podemos afirmar que la edad es el factor más determinante para lograr un embarazo. En cambio, son demasiadas las personas que no tienen en cuenta este hecho o lo subestiman a pesar de tratarse de algo que incide de manera clave en las posibilidades de ser madre. Como explica la doctora Victoria González Villafáñez, directora médica de la clínica Ginefiv en Madrid, centro especializado en reproducción asistida, “a partir de los 35 años la mujer tiene más dificultades para ser madre de forma natural.

Este proceso de envejecimiento reproductivo femenino es debido a la disminución gradual, tanto de la cantidad como de la calidad de los óvulos. Concretamente, debemos tener en cuenta que una mujer nace con un millón de óvulos, que estos se reducen a 400.000 en el primer ciclo menstrual, 200.000 una vez se alcanzan los 25 años y ya 10.000 a los 40 años. Este proceso de disminución del número de óvulos disponibles con la edad se llama envejecimiento ovárico, y reserva ovárica es la cantidad de óvulos disponibles en una determinada edad.

Conocer el número de óvulos disponibles en diferentes momentos

Concienciar a las mujeres para que conozcan el estado de su fertilidad y cuáles son sus posibilidades reales de conseguir el embarazo es decisivo, independientemente de si quieren ser madres en un futuro próximo o no. Para obtener esta información basta con estudiar la reserva ovárica, es decir, el número de óvulos, a través de unas sencillas pruebas que la ciencia ha puesto a nuestro alcance y que nos permiten actuar a tiempo en caso de que ésta sea baja.

Una de estas pruebas es el recuento de folículos ováricos (dentro de los folículos están los óvulos), que se puede realizar en cualquier momento a través de una ecografía vaginal. Si en cada ovario se computan entre 5 y 10 folículos, se considera que la reserva ovárica es óptima. Pero si está por debajo de 5, las probabilidades de embarazo se verán reducidas.

Otra opción es realizarse un análisis de la hormona antimulleriana (AMH), es una prueba que se podría incluir perfectamente en cualquier revisión anual ginecológica. A pesar de lo complicado del término, tan solo se trata de un indicador para conocer el número de óvulos disponibles según la edad de cada paciente. Esto proporciona información acerca de la cantidad de folículos ováricos sobre todo, pero también, en menor medida, de la calidad ovocitaria. Sabiendo si la reserva ovárica es baja o alta se pueden tomar decisiones a tiempo para evitar perder la oportunidad de ser madre.

Para concienciar a la población sobre la importancia de conocer el estado de su fertilidad y ayudar a las mujeres a descubrir su estado reproductivo, las clínicas Ginefiv han puesto en marcha la campaña 'Cuida tu fertilidad’. Esta iniciativa permite acceder de forma gratuita a las pruebas necesarias para conocer en qué punto está la salud reproductiva de la mujer y así, en caso de resultados no favorables, poder poner en marcha mecanismos como la congelación de óvulos antes de que sea demasiado tarde.  

Cuidar la fertilidad a través de hábitos saludables

Llevar o no hábitos saludables también influye en el embarazo. Factores como el estrés, el consumo de tabaco, las drogas o una mala alimentación pueden reducir la capacidad reproductiva. De hecho, por poner un ejemplo, se estima que hasta el 12% de la infertilidad primaria es consecuencia de no seguir una dieta equilibrada. Sin embargo, un 29% de mujeres que desean sea madres no cuida su alimentación y afirma consumir alimentos ultraprocesados o ricos en azúcar.

Al contrario, la evidencia científica demuestra que una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios, bajos en grasa y de alto valor nutricional, asegura que las parejas ingieran las vitaminas y minerales necesarios para una función reproductiva óptima. Estos son cambios de estilo de vida que se deben hacer antes de intentar quedarse embarazada, y que deberían mantenerse durante el embarazo y la lactancia.