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"Tenía que estar con ella fuera como fuera". Esta es una de las frases que más marcan la última y reveladora entrevista de Laura Sánchez para la revista ¡Hola! En ella, después de quince años de lucha por su hija Naia, aseguraba haber perdonado a su exmarido (y padre de la menor) Aitor Ocio por lo mucho que ha sufrido por tener a su pequeña cerca. Y en ella, a pesar de asegurar que si hablase largo y tendido al respecto le daría para una "trilogía", nos ha hecho entender su necesidad de reivindicar su labor como madre.
Hasta hace unos años, la modelo y el futbolista tenían custodia compartida. Pero no una cualquiera. Las complicaciones geográficas y el hecho de que él tuviese su residencia en Bilbao y ella en Madrid obligó a la también actriz a estar casi una década con doble domicilio. "He cogido coches con cuarenta de fiebre por llegar a recogerla del colegio y he perdido oportunidades laborales, pero eso no se hace nada más que por un hijo, sin ningún tipo de reproche", asumía con la calma que da el tiempo.
En 2009, cuando la pareja decidió poner punto y final a su relación con una niña de tres años a su cargo, Laura jamás se imaginó lo que sucedería después. Ahora, después de años de terapia y de trabajo personal, Sánchez ve este camino como un "aprendizaje". Siempre tuvo claro que "no se puede separar a una madre de una hija, ni tampoco a un padre de una hija". De ahí que cediese algo tan estresante como que les correspondiesen tres días y medio a cada uno para no perderse ni un solo capítulo de la vida de su hija, que ya ha dejado de ser una niña.
Tras estas declaraciones para la revista ya mencionada, y después de que un juez le diese al futbolista la custodia completa de la niña, parecen haberse reabierto heridas entre la expareja. A pesar de que ella siempre insistía en que no queda rencor por Aitor Ocio, parece que a él no le gustó que relatase esta etapa compartida de su intimidad. "Dicen que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio. Y yo no concibo otro lugar que no sea estar al lado de la persona a la que vivo entregado en cuerpo y alma desde hace quince años", escribió en sus redes sociales, dejando claro su desacuerdo con la entrevista.
A pesar de que desde hace dos años no puede estar "en su día a día", Laura Sánchez confesaba que la suya con Naia, que ya es una adolescente con las ideas clarísimas, es la de "una madre y una hija". La echa de menos, aseguraba a ¡Hola!, pero el tiempo le está haciendo ver que este "desapego carnal" ya habrá desaparecido "cuando se quiera hacer un Erasmus".
Parece que en Naia no veremos a una top model como lo fue su madre, pero quizá sí a una deportista de élite como Aitor. "Es muy deportista, es muy buena jugando al fútbol, está federada", apuntaba con ilusión. Pero por encima de sus intereses profesionales, la tranquilidad de Laura Sánchez es saber que su hija se ha convertido en "un ser de luz" en el que confía plenamente, sea cual sea la decisión que tome. "Va a hacer las cosas bien", decía con seguridad.