Muy rubio y con ojazos azules: así crece Máximo Adriano, el cuarto hijo de Pilar Rubio y Sergio Ramos

El pasado 26 de julio, Sergio Ramos y Pilar Rubio celebraron el primer cumpleaños de Máximo Adriano, su cuarto hijo en común. Una celebración en la que hubo una notable ausencia, la del futbolista, que ha comenzado una nueva vida en París tras ser fichado por el PSG. “Te echamos de menos, papá”, aseguró la presentadora en una fotografía junto a sus cuatro hijos que publicó en sus redes sociales.

Un año después de su nacimiento, Máximo Adriano ha crecido mucho y hemos podido ser partícipes de su cambio a través de las imágenes que comparten sus padres. Desde muy bebé llamó la atención los impresionantes ojos azules que había heredado de su madre, algo que mantiene a día de hoy. “De verdad, ¿qué hago con este rubio? Me dan ganas de comérmelo entero todos los días”, ha escrito la presentadora junto a un impresionante primer plano del bebé que ha conquistado a sus seguidores.

Máximo Adriano es el pequeño de los cuatro hijos que tiene en común el matrimonio: Sergio Junior, que tiene siete años, Marco, que tiene cinco, y Alejandro, que tiene tres. Pero muchos fans de Pilar Rubio han concluido que sus cuatro hijos son muy parecidos físicamente y que todos han sacado una mezcla de sus padres. “Los cuatro son muy guapos”, “Se parece a Marco y Alejandro”, “Todos tus hijos son preciosos”, o “Tienes unos hijos ideales”, han sido algunos de los comentarios que ha recibido.

Con motivo de su primer cumpleaños, la presentadora compartió en sus redes sociales una emotiva carta a su cuarto hijo. “Es imposible describir con palabras la sensación de tenerte en los brazos, de verte reír y disfrutar. Gracias por todo lo que nos das”, aseguró Pilar que, junto a Sergio Ramos, se sienten “los padres más afortunados del mundo”.

Pero no es la primera vez que Pilar Rubio le dedica unas palabras a Máximo Adriano. En septiembre del pasado año, poco después de su nacimiento, la presentadora le agradecía que se había convertido en su “broquel”. “Gracias por sacar fuerza cuando yo no la tenía. Gracias por darme cobijo y aliento. Gracias por compartir conmigo las noches más largas. Gracias por tu pureza y amor sincero. Me queda mucho que aprender de ti”, le dijo entonces.