Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.Inauguración con triunfo
Los madrileños jardines de El Capricho (un remanso de paz alejado de la industrialización de IFEMA, donde se celebran el resto de desfiles) fueron el marco elegido para la presentación de la primera colección de Josep Font para la renombrada DelPozo, con música en directo de The Chinese Birdwatchers. No solo supone la vuelta de un modisto de prestigio (que perdió el nombre de su marca, Josep Font, hace dos años en manos de su entonces socia), sino que también es la primera vez en la moda española que un diseñador sucede al creador de una marca. En el caso de Font, no solo ha cambiado el nombre de la firma -de Jesús del Pozo pasa a llamarse DelPozo-, sino que ha aportado su propia visión de la moda en lugar de seguir la estela continuista que llevaba a cabo el equipo de diseño que entregó las dos colecciones que Del Pozo no pudo terminar. Ambos tenían un gusto parecido por la costura y las piezas bien hechas, pero hasta ahí las similitudes. La propuesta de Font es completamente Font: empezó con bucólicos encajes y brocados en tonos blanco, negro y ocre, pero terminó rindiéndose al péplum, las transparencias y los volúmenes de la gasa en colores neón. Los cortes de los vestidos (muy apetecibles para la temporada de eventos), las espaldas y las pamelas estaban entre lo más destacado. El público aplaudió la evolución de la firma, que busca un público más ecléctico y planea dar el salto internacional en breve.