Santiago Marín 13 JUL 2021 - 17:48h.

Después de dos años de parón obligatorio por su suspensión en 2020 debido al estallido del coronavirus, el Festival de Cannes ha vuelto a extender su alfombra roja para celebrar por todo lo alto su edición número 74. Los estilismos de sus invitados durante estos días no han defraudado a la crítica, hemos disfrutado viendo a nuestros celebrities con vestidos y conjuntos espectaculares, como venía siendo habitual antes de la pandemia. Los outfits de los invitados que han decidido salirse de lo común han sido los que más ‘flashes’ de los fotógrafos han acaparado y los más aplaudidos por los expertos. En Divinity repasamos tres looks que ya han pasado a la historia de este evento europeo que une cine y moda.

Danny Mooder y su hija Hazel, fruto de su matrimonio con Julia Roberts, acudían al estreno de Flag Day y la inesperada presencia de la adolescente acaparó la atención de todos los presentes. La hija de la protagonista de Pretty Woman, a la que apenas hemos visto en público y siempre ha preferido estar a la sombra de los focos por deseo explícito de sus padres para preservar su identidad, apostaba para su debut por un discreto vestido camisero de encaje en color salmón y unos zapatos de charol con plataforma. El director de fotografía estuvo pendiente de la pequeña, que sonreía tímidamente a los fotógrafos que se desplazan al festival de cine más prestigioso del mundo.

Nieves Álvarez también pisaba la alfombra roja días después de que se hiciese pública su separación con Manuel Broseta. La modelo asistió al estreno de La crónica francesa y, como viene siendo habitual, derrochó elegancia con un vestido negro customizado de Philosphy di Lorenzo Serafini y unas sandalias de Louboutin. Pero, sin duda alguna, lo que más llamó la atención fueron sus exclusivas joyas con diamantes de Bulgari y un anillo de esmeraldas que estaba valorado en un millón de euros. La presentadora ha demostrado una vez más que es de nuestras vips más estilosas.

Bella Hadid dejaba sin aliento a los asistentes al posar con un vestido negro de silueta lápiz de crepé y un interminable escote redondo. La actriz estadounidense cerró este look con un opulento collar dorado que emula la forma de los pulmones y que permanece fijado gracias a unas pezoneras, sirviendo al mismo tiempo como sujetador. Consciente de lo impactante que es este accesorio, la modelo completaba su estilismo con unas sandalias básicas negras.