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Es el único evento del año en el que lo 'royal' se fusiona con el cine. Y Kate Middleton y el príncipe Guillermo, embajadores de cada edición de los Premios Bafta, se enfrentaban esta vez a una gala complicada.
Los duques de Cambridge están acostumbrados a ser el objetivo de algún que otro 'zasca' durante su paso por el Royal Albert Hall. Pero esta vez, con el Brexit formalizado y la salida de los duques de Sussex tan reciente, la probabilidad de convertirse en el foco de las bromas era mayor que nunca.
El encargado de provocar las carcajadas del público (y de los propios herederos a la corona) fue Brad Pitt. Cumpliendo con las predicciones, los Premios de Cine de la Academia Británica reconocieron su labor como Mejor actor de reparto en 'Érase una vez en... Hollywood', la cinta que podría darle su primer Oscar en una categoría de interpretación.
Margot Robbie, su compañera de reparto en la película de Quentin Tarantino, fue la encargada de recogerlo en su nombre con un discurso de agradecimiento por el que tuvo que 'pedir disculpas' a William y a Kate.
"Brad no ha podido estar aquí esta noche por obligaciones familiares, así que me ha pedido leer esto por él", comenzaba diciendo la actriz, que acudió a la gala con un Chanel negro de capelina de encaje. Inmediatamente después, el humor de Pitt entró en juego.
"Ey, Reino Unido, he escuchado que acabáis de quedaros solteros. ¡Bienvenidos al club!", apostilló comparando su salida de la Unión Europea con su requetecomentado estado civil.
Como chimpún final, además de dar las gracias a los que habían hecho posible este reconocimiento, un divertido guiño al Sussexit hizo reír a los duques de Cambridge: "Voy a bautizar este Bafta como Harry. Está deseando venirse a EEUU conmigo".
Cabe recordar que una de las principales medidas de la pareja tras renunciar a sus puesto como miembros senior de la familia real británica fue abandonar su residencia en Londres y trasladarse a vivir a Norte América con su hijo Archie.
Perder sus títulos de Altezas reales, pagar los gastos de la reforma de Frogmore Cottage o abandonar su vida en Reino Unido fueron algunas de las bases en las que se fundamentó el acuerdo del príncipe Harry con la reina de Inglaterra. Ahora, la familia vivirá en Canadá, donde parece que ya tienen claro cuál será su nuevo hogar. ¡Dale al play para descubrirlo!