Lo que no se vio de la agresión de Will Smith en los Oscar: varios actores le consuelan en la publicidad

Will Smith ha sido el protagonista indiscutible de la gala de la 94ª edición de los Oscar que se celebrado este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Y no ha sido precisamente porque se ha llevado su primera estatuilla en la categoría de Mejor Actor Protagonista por su papel como Richard Williams, sino por agredir brutalmente durante la ceremonia a Chris Rock después de que éste hiciera un chiste de mal gusto sobre su mujer.

El ataque se producía cuando el cómico salía al escenario para entregar el Oscar al Mejor Documental. El humorista bromeaba sobre Jada Pinkett Smith, quien ha reconocido públicamente que sufre alopecia, comparándola con la Teniente O’Neil de la película de Ridley Scott. "Te quiero. No puedo esperar para ver G.I. Jane 2", se burlaba de su problema capilar haciendo referencia a esta película de Demi Moore.

En ese preciso momento, Will se levantó de su asiento y subió al escenario para dar un fuerte bofetón a su compañero de profesión, quien trató de continuar con la gala y quitar hierro a lo sucedido. A pesar de que en un principio se dudaba si se trataba de un golpe pactado, las risas del público desaparecieron y el hecho de que Smith continuara increpando al presentado tras regresar a su asiento generó aún más incertidumbre. “Mantén el nombre de mi mujer fuera de tu p*** boca”, gritó hasta en dos ocasiones ante el desconcierto de los allí presentes.

Minutos después, cuando se hizo con el galardón a mejor actor, aparecía en escena tan emocionado como arrepentido por su actitud. En un discurso repleto de titubeos y llorando a lágrima viva, Will pidió disculpas a la Academia y a los nominados por perder los papeles, tratando de justificarse sin vincularlo directamente al tenso momento que acababa de protagonizar. “Espero que me vuelvan a invitar”, daba a entender con sus palabras que no había sido un sketch pactado por ambas partes.

Como hemos podido ver una grabación, en la primera pausa publicitaria tras el percance, Denzel Washington, Bradley Cooper, Tyler Perry y un publicista de Will trataron de tranquilizar al actor, que, consciente de que los nervios le habían jugado una mala pasada, se limpiaba las lágrimas de los ojos. Ha sido en ese instante cuando el primero le ha dado una advertencia que más tarde haría pública en su discurso de agradecimiento por el Oscar. "Ten cuidado en tu momento más alto, es cuando el diablo viene a por ti".