¿Qué es el chakra del tercer ojo y cómo abrirlo?
El chakra del tercer ojo es la puerta a una conciencia más profunda, una visión que no depende de los ojos físicos sino del alma
¿Qué son chakras, cuántos hay y cuál es su significado?
¿Has sentido alguna vez que hay un susurro interior que intenta guiarte, pero no sabes escucharlo? Ese susurro es tu intuición, y su punto de encuentro en tu energía sutil es el chakra del tercer ojo. Imagina un faro de luz índigo justo en el centro de tu frente, listo para iluminar tu camino con claridad, sabiduría y visión interna.
Abrir este chakra no es un acto de magia, sino un viaje de autodescubrimiento: aprender a aquietar el ruido exterior, confiar en tu voz interior y despertar una percepción que trasciende lo físico. En este artículo te ayudamos a descubrir qué es realmente Ajna y cómo activar ese “ojo interior” para ver tu vida con nuevos ojos.
¿Qué es el chakra del tercer ojo?
El chakra del tercer ojo, llamado Ajna en sánscrito, es el sexto chakra del sistema energético y está asociado con la intuición, percepción sutil, sabiduría interior y la capacidad de ver más allá de lo físico. Se encuentra ubicado entre las cejas, en el centro de la frente, y se le considera el “ojo interior” que nos permite percibir la realidad más allá de los sentidos ordinarios.
- Color asociado: Índigo (una mezcla entre azul y violeta)
- Elemento: Luz
- Sentido: Intuición, percepción extrasensorial
- Mantra: OM (el sonido universal)
- Glándula relacionada: Glándula pineal (asociada con la conciencia y los ritmos circadianos)
Cuando este chakra está activado y equilibrado, nos conecta con una percepción más elevada de la realidad, permitiéndonos ver la vida con claridad, sabiduría y confianza. Nos volvemos más intuitivos, conscientes y despiertos a la verdad más allá de las apariencias.
¿Qué pasa cuando el tercer ojo está bloqueado?
El chakra del tercer ojo puede cerrarse o bloquearse debido a traumas emocionales, exceso de racionalismo, falta de confianza en la intuición, estrés crónico o incluso por sobrecarga de información externa (como la que recibimos constantemente de pantallas, medios y redes).
Síntomas de bloqueo:
- Falta de dirección en la vida, dificultad para tomar decisiones
- Exceso de pensamiento lógico, rechazo de lo espiritual o intuitivo
- Falta de claridad mental, confusión constante
- Problemas con la memoria, concentración o visión
- Pesadillas frecuentes o sueño poco reparador
- Sensación de desconexión con uno mismo o con la realidad
Cuando está sobreactivado:
- Alucinaciones, fantasías desconectadas de la realidad
- Confusión entre intuición e imaginación desbordada
- Exceso de espiritualidad sin anclaje (escapismo)
¿Qué sucede al abrir el tercer ojo?
Cuando el chakra del tercer ojo se abre de forma equilibrada, comienzan a suceder cambios profundos en la conciencia. Se despierta la intuición y comienzas a “sentir” o “saber” cosas sin necesidad de pruebas racionales.
La mente también se despeja y se gana una visión más clara de las situaciones, se reduce la duda y se refuerza la confianza interna. Igualmente, aparece la sabiduría interna en ti y la capacidad de tomar decisiones desde un lugar profundo de alineación.
Además, se amplía la percepción espiritual, pudiendo aparecer experiencias como sueños lúcidos, sincronicidades, conexión con el alma o incluso momentos de clarividencia. Eso sí, hay que tener en cuenta que abrir el tercer ojo es un proceso gradual que requiere conciencia, preparación emocional y equilibrio energético.
Cómo abrir el chakra del tercer ojo
Meditación enfocada en Ajna
Una de las formas más directas para activar el tercer ojo es meditar visualizando un punto de luz índigo en el centro de la frente. Para llevar a cabo esta meditación sólo tienes que sentarte cómodamente, con la espalda recta, cerrar los ojos y dirigir tu atención entre las cejas.
En este punto, imagina una esfera de luz índigo girando suavemente en ese punto y respira profundamente, manteniendo la atención allí. También puedes repetir mentalmente el mantra OM, dejándolo vibrar en tu mente. Practicar esta meditación diariamente ayuda a despertar la conciencia intuitiva y despejar bloqueos mentales.
Técnicas de respiración (Pranayama)
La respiración consciente equilibra la energía vital y despeja los canales sutiles del cuerpo. Una de las técnicas más extendidas es Nadi Shodhana, que es la respiración alterna por las fosas nasales.
Para ello, cierra la fosa nasal derecha e inhala por la izquierda, luego cierra la izquierda y exhala por la derecha. Vuelve a inhalar por la derecha cerrando la izquierda y luego al contrario. Repite de 5 a 10 minutos. Esta práctica calma la mente, equilibra los hemisferios cerebrales y prepara el cuerpo para abrir Ajna.
Uso de cristales y piedras
Algunos cristales vibran en la misma frecuencia del chakra del tercer ojo y ayudan a desbloquearlo, siendo los más recomendados:
- Amatista: calma la mente y abre la percepción espiritual.
- Lapislázuli: potencia la intuición y la comunicación interior.
- Fluorita púrpura: disuelve la confusión mental y protege el campo energético.
Puedes meditar con ellos sobre tu frente o colocarlos debajo de la almohada al dormir.
Sonoterapia y mantras
El sonido tiene la capacidad de mover energía estancada. El mantra OM es el sonido primordial que vibra directamente en el tercer ojo. Para llevar a cabo esta práctica siéntate en calma, entona lentamente “OM”, permitiendo que el sonido resuene desde tu frente, y siente cómo la vibración estimula el centro de tu cabeza. También puedes usar cuencos tibetanos en la frecuencia del chakra Ajna (aprox. 852 Hz).
Alimentación y ayuno consciente
El cuerpo influye directamente en la claridad de la mente. Para activar el tercer ojo, evita comidas pesadas, procesadas o saturadas, decantándote por alimentos que apoyan el Ajna como arándanos, uvas negras, berenjenas, cacao puro, semillas, infusiones de menta o lavanda y, muy importante, agua, ya que la deshidratación bloquea la percepción. Además, realizar ayunos breves o limpiezas con zumos naturales también favorece la claridad mental y energética.
Reducción de estímulos externos
El exceso de ruido visual, redes sociales, televisión y pensamientos acelerados crea “niebla mental” y debilita el tercer ojo. Para evitarlo es muy importante reducir el uso de pantallas, especialmente antes de dormir. También, dedicar tiempo a estar en silencio o en la naturaleza y limitar la exposición a información negativa o superficial.
Diario intuitivo y sueños
Escribir tus sensaciones, intuiciones o sueños ayuda a fortalecer el vínculo con tu sabiduría interior. Este ejercicio es muy simple, solo tienes que anotar cada mañana tus sueños, sin juzgarlos. También puedes escribir respuestas espontáneas a preguntas personales como “¿Qué necesito saber hoy?”. Y, por supuesto, observar patrones, símbolos o mensajes que se repiten en tu día a día.
El despertar debe ser gradual y consciente
Abrir el tercer ojo no debe tomarse a la ligera. Forzarlo mediante prácticas extremas, sustancias o técnicas intensas puede generar desequilibrios emocionales o desconexión con la realidad. Por eso es fundamental anclar siempre el trabajo espiritual al cuerpo y al corazón, equilibrando los otros chakras, especialmente el chakra raíz (Muladhara) para mantenerse centrado y estable.