¿Qué aspectos debes tener bajo control para evitar tener mal aliento?

El mal aliento puede aparecer por sorpresa y hacerse persistente. La halitosis afecta a un tercio de la población, y es un problema que consiste en emitir olores desagradables por la boca. Por mucho que hayas invertido en ortodoncias, si la halitosis llega a tu vida no tendrás ganas de sonreir por miedo a molestar a los demás. Es hora de ponerle fin al mal aliento con estos aspectos que debes tener bajo control, entre los que destacan visitar a un especialista y mejorar algunos de tus hábitos diarios. Toma nota y di adiós a la halitosis. 

Una correcta higiene dental

La higiene dental es esencial para evitar el mal aliento. Cepillarse los dientes después de cada comida y utilizar un enjuague bucal por la mañana y por la noche te será de gran ayuda. Cuando te cepilles, no olvides frotar también la parte trasera de la lengua, el interior de las mejillas e, incluso, el paladar. El enjuague bucal será de gran ayuda para eliminar las bacterias que no desaparezcan con el cepillado. 

Evita que se reseque la boca

Incentivar la producción de saliva evita que la boca se reseque y huela mal. Se trata de estar atenta a pequeños detalles como masticar bien los alimentos, respirar por la nariz, beber agua a menudo. También puede ayudarte masticar chicles sin azúcar, tomar cítricos, como naranjas y limones o incluir alimentos ricos en fibra en tu alimentación. 

Bebe mucha agua

No hay mejor bebida que el agua para cuidar de nuestras salud en todos los sentidos, incluido acabar con el mal aliento. El agua te permitirá mantener la boca bien hidratada, al igual que infusiones como la menta o la manzanilla. Olvídate de los refrescos y, sobre todo, del alcohol, porque propicia el mal aliento y, además, su acción deshidratante es muy poderosa. 

Cuida tu alimentación

Tu dieta influye de manera directa en tu aliento. El azúcar es uno de los grandes responsables de la halitosis, al igual que los embutidos y algunas carnes, como la de ternera. No hace falta que no los comas, pero sí que los tomes con moderación y, siempre que puedas, lávate los dientes al terminar de comer. El consumo de alimentos frescos, en cambio, te ayudará las digestiones pesadas y el mal aliento. 

Pide cita con el dentista

Revisar la salud de tu boca y hacerte una limpieza una vez al año es muy importante. De hecho, el dentista puede ayudarte no solo a acabar con el mal aliento, también a evitar que aparezca. Problemas como el sarro, las bolsas periodontales, la caries, roturas en los dientes o las placas bacterianas te conducen irremediablemente a padecer halitosis.  

Acude a tu médico

El mal aliento no está siempre relacionado con una mala salud de la boca. Otras afecciones, que pueden ser pasajeras, como la faringitis, son causantes del mal aliento. Pero también hay otras enfermedades, como la diabetes o problemas hepáticos, que se manifiestan con síntomas como la halitosis y que es importante detectar. Por eso no debes dudar en consultar a tu médico si el mal aliento es persistente.

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