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¿Caminar deprisa puede quemar más calorías que correr? Los expertos opinan

Si se realiza correctamente, caminar puede resultar muy efectivoPexels
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MadridA la hora de ponernos en forma, hay muchas maneras de lograrlo, pero si hay algo de lo que no cabe duda, es que el ejercicio tiene que ser una constante. En el momento de elegir la rutina que mejor se adapte a ti, más allá de realizar ejercicios de fuerza (lo cual es crucial) resulta fundamental incluir algo de cardio también. Y es aquí donde surge la eterna duda de si caminar o correr. Pues, ¿es posible que caminar deprisa pueda quemar tantas o incluso más calorías que correr?

En primer lugar, hay que saber que caminar y correr son actividades aeróbicas que implican el uso de grandes grupos musculares, especialmente las piernas. Sin embargo, difieren en intensidad y gasto calórico. Según el American Council on Exercise (ACE), caminar a una velocidad de entre 5,5 y 6,5 km/h puede quemar entre 240 y 300 calorías por hora, dependiendo del peso corporal. Sin embargo, al aumentar la velocidad hasta casi el límite de caminar rápido (a un ritmo en el que tengas dificultad para hablar), el gasto calórico puede acercarse al de correr.

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¿Caminar o correr?

“Cuando caminas a paso rápido, trabajas intensamente los músculos estabilizadores, y la energía requerida para mantener esa velocidad es considerable”, explica la entrenadora Gemi Osorio, del centro ‘Pilates y Movimiento’ en Madrid.

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“Caminar es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares que puede hacer todo el mundo. Ayuda a la pérdida de peso y no genera estrés a nivel articular. Solamente se puede diferenciar en función del ritmo al que vayamos y el terreno donde ejecutemos la actividad. Se puede decir que puede llegar a quemar más calorías que correr si lo combinamos con ejercicios de fuerza. De hecho, yo siempre recomiendo que después de un entreno de fuerza, el alumno realice ejercicio cardiovascular, y qué mejor que caminar”, añade y comenta que la quema de calorías va a depender de muchos factores como la edad de la persona, la masa muscular que tenga.

Cuenta que, en el momento de caminar, influye también el ritmo, el desnivel y el terreno. “No es lo mismo caminar en una acera de la calle o en un parque, que en un monte con cuestas o terreno irregular, donde se generará un mayor gasto energético. Si el objetivo es la quema de calorías, recomiendo siempre que a la hora de caminar, nos preparemos bien con una buena equipación. Es decir, tener unas buenas zapatillas, ropa de deporte adecuada, agua… Todo lo necesario para que el ritmo que llevemos sea ágil. Pues no tiene nada que ver caminar a un ritmo de 2 kilómetros por hora que haciendo 4 o 5”.

Por otro lado, un estudio publicado en el Journal of Applied Physiology señala que correr generalmente quema un 30% más calorías que caminar. Sin embargo, al caminar a una velocidad muy rápida (aproximadamente 7 km/h), la diferencia se reduce significativamente. “Si de verdad vas a hacer que caminar se convierta en tu ejercicio cardiovascular, busca un terreno que suponga un desafío para ti: con cuestas que hagan que suban tus pulsaciones (y así quemes más calorías), un sendero en el campo, zonas irregulares… Así el cuerpo trabajará más a nivel de estabilidad y muscular. Para hacerlo aún más efectivo podemos añadir bastones (como en la marcha nórdica, tan de moda ahora), de este modo podemos trabajar a un ritmo fuerte, y ejercitamos así el tronco superior y la musculatura de la espalda, también”, puntualiza la entrenadora.

Osorio comparte además una serie de consejos prácticos para maximizar la quema de calorías al caminar.

  • Aumenta la inclinación: subir cuestas o caminar en una cinta con pendiente eleva considerablemente el gasto calórico.
  • Usa los brazos: mover los brazos de manera energética mejora la eficiencia del ejercicio.
  • Mantén una postura correcta: camina erguido, con los hombros relajados y los abdominales activados.
  • Incluye intervalos: alterna entre pasos rápidos y moderados para incrementar la intensidad.

¿Qué es mejor para ti?

La elección entre caminar deprisa y correr dependerá de tus objetivos, condición física y preferencias personales. Si buscas quemar calorías rápidamente y mejorar la resistencia cardiovascular, correr es una excelente opción. Sin embargo, si prefieres una actividad de menor impacto que también ofrezca beneficios para la salud, caminar rápido puede ser igual de eficaz a largo plazo.

“En cualquier caso, lo más importante es mantenerte activo de manera constante. Combina ambas actividades para obtener lo mejor de ambos mundos y ajusta la intensidad según tus necesidades. Y no te olvides de trabajar la fuerza, gracias a la cual notarás resultados y mejorarás la resistencia y potencia”, concluye.