Receta de crema de calabacín: fácil, saludable y perfecta para cualquier ocasión
La crema de calabacín es un plato ligero, nutritivo y fácil de preparar, que además puedes hacerla en versión vegana
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La crema de calabacín es uno de esos platos reconfortantes que nunca pasan de moda. Ligera, nutritiva y fácil de preparar, esta receta es perfecta para disfrutar como entrante o plato principal. Además, su versatilidad permite adaptarla a distintas dietas y preferencias, convirtiéndola en una buena opción tanto para quienes buscan una receta clásica como para los amantes de la cocina vegana.
Un poco de historia
El calabacín, originario de América Central y popularizado en Europa a través de Italia, ha sido un ingrediente clave en muchas cocinas desde el siglo XVI. Su sabor suave y su textura cremosa lo han convertido en la base de numerosas recetas, siendo las cremas una de las más queridas. La crema de calabacín, en particular, ganó popularidad en la cocina europea gracias a su sencillez y a su capacidad para combinarse con una gran variedad de ingredientes.
Beneficios del calabacín
Este vegetal versátil es bajo en calorías y rico en agua, lo que lo hace ideal para mantener una hidratación adecuada. Además, contiene fibra, vitaminas A, C y del grupo B, así como minerales como potasio y magnesio. Su consumo regular contribuye a una buena digestión, al cuidado de la piel y a la salud cardiovascular.
Qué necesitaremos
Para preparar la crema de calabacín necesitarás una olla grande, una batidora de mano o de vaso y una cuchara de madera para remover. Si quieres darle un toque más gourmet, también puedes usar un colador fino para una textura aún más suave.
Crema de calabacín clásica
● Ingredientes: 3 calabacines medianos, 1 patata grande, 1 cebolla, 2 cucharadas de aceite de oliva, 500 ml de caldo de verduras, 100 ml de nata líquida, sal y pimienta al gusto, 1 pizca de nuez moscada (opcional).
● Preparación: Lava los calabacines y córtalos en rodajas, dejando la piel si lo prefieres para aprovechar más fibra y nutrientes. Pela la patata y córtala en trozos pequeños. En una olla grande, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente. Añade el calabacín y la patata, removiendo durante unos minutos. Vierte el caldo de verduras y deja cocinar a fuego medio durante 15-20 minutos, hasta que los vegetales estén tiernos. Retira del fuego y bate todo con una batidora hasta obtener una textura cremosa. Agrega la nata líquida y mezcla bien. Ajusta la sal y la pimienta, y añade una pizca de nuez moscada si deseas realzar el sabor. Sirve caliente con un chorrito de aceite de oliva por encima.
Crema de calabacín vegana
● Ingredientes: 3 calabacines medianos, 1 patata grande, 1 cebolla, 2 cucharadas de aceite de oliva, 500 ml de caldo de verduras, 100 ml de bebida vegetal (como leche de coco o almendra), sal y pimienta al gusto, 1 cucharada de levadura nutricional (opcional).
● Preparación: Lava los calabacines y córtalos en rodajas, dejando la piel para un extra de fibra. Pela la patata y córtala en trozos pequeños. En una olla grande, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla picada hasta que esté blanda y dorada. Añade el calabacín y la patata, removiendo durante unos minutos. Vierte el caldo de verduras y cocina a fuego medio durante 15-20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Retira del fuego y tritura todo con una batidora hasta obtener una crema suave. Incorpora la bebida vegetal y mezcla bien. Ajusta la sal y la pimienta al gusto. Si buscas un toque extra de sabor, añade la levadura nutricional. Sirve caliente con un poco de semillas de calabaza tostadas para decorar.
Cómo disfrutar de la crema de calabacín
Esta receta es perfecta para cualquier época del año. Puedes tomarla caliente en los días fríos o a temperatura ambiente en verano. Acompáñala con pan tostado, picatostes o unas gotas de aceite aromático para darle un toque especial. Además, puedes usarla como base para platos más elaborados, añadiendo toppings como queso rallado, frutos secos o hierbas frescas. La crema de calabacín, ya sea en su versión clásica o vegana, es una opción saludable, deliciosa y fácil de preparar que conquistará todos los paladares.
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