¿Ocurre algo si se descongelan los alimentos de la nevera de forma indebida? Si. Es importante cómo descongelamos los alimentos, pues hacerlo de manera incorrecta puede aumentar el riesgo de contaminación bacteriana y enfermedades transmitidas por alimentos. Y en consecuencia, arruinarnos el bienestar gastrointestinal si los consumimos en mal estado.
Lo que sucede es que en el alimento que sufre un aumento de temperatura de forma repentina crea un entorno ideal para el crecimiento bacteriano. Si los alimentos congelados no se manejan correctamente al descongelarlos, las bacterias pueden proliferar rápidamente, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
Cuando un alimento se congela, el agua contenida en sus células se convierte en cristales de hielo. Este proceso ralentiza la actividad enzimática y el crecimiento de microorganismos, preservando así la calidad y seguridad del alimento por períodos prolongados. Al descongelarse, esos cristales de hielo se derriten y el agua regresa a su estado líquido. Durante este proceso, si la descongelación no se realiza correctamente, el agua liberada puede favorecer un ambiente ideal para el crecimiento rápido de bacterias y otros patógenos. Además, el proceso de congelación y descongelación puede alterar la estructura celular del alimento, afectando su textura y, en algunos casos, su valor nutricional. Por eso, es crucial seguir métodos seguros de descongelación para minimizar estos riesgos y asegurar que los alimentos sean seguros para el consumo.
Algunos de los peligros más comunes de una mala descongelación son los siguientes:
Te puede interesar: Cómo saber si los huevos están frescos y se pueden consumir
Los huevos son un alimento muy consumido en nuestro país. Pero ¿cómo saber si están frescos? Hay varias maneras que puedes llevar a cabo en casa para comprobarlo. Una buena manera es introducirlo en un vaso de agua fría. Una vez introducido, comprobaremos qué ocurre: un huevo más fresco deberá hundirse por completo, depositándose en el fondo del recipiente de forma horizontal. También, para comprobarlo se podrá abrir un huevo y verterlo en un plato o un recipiente y comprobar el estado de la yema y de la clara. La calidad del huevo disminuye mientras envejece, por lo que, si se observa que la yema es plana, se mueve con facilidad y está totalmente difuminada y delgada, puede ser que la frescura ya haya pasado. Otra buena manera es 'escuchar su frescura': según pierde frescura, la bolsa de aire dentro del cascarón se hace más grande. Por tanto, el huevo hará mayor ruido dentro de él al agitarlo. Por eso, un huevo fresco no deberá hacer mucho ruido al ser sacudido.