La lejía alimentaria es muy eficaz a la hora de desinfectar alimentos: te contamos cómo debes usarla correctamente
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Desinfectar alimentos con lejía de uso alimentario es una práctica muy recomendable cuando hablamos de vegetales que se van a consumir crudos. Gracias a este producto podemos ser muy eficaces a la hora de garantizar la seguridad alimentaria en nuestra cocina y, de hecho, su uso es imprescindible cuando hablamos de cocinas profesionales. La lejía alimentaria es tiene un gran poder antioxidante que la convierte en un producto capaz de destruir los virus y bacterias que pueden causar daños para nuestra salud. También es capaz de eliminar mohos, gérmenes y otros microorganismos, todo ello gracias a si contenido en hipoclorito de sodio.
Es un producto muy accesible por su bajo precio y utilizarlo es muy sencillo, así que deberías utilizarla cada vez que manipules un alimento que vayas a consumir crudo, sobre todo si en casa hay mujeres embarazadas, personas mayores o inmunodeprimidas. Ahora bien, es importante utilizar la lejía alimentaria (y solo esa) de manera correcta, por lo que no te pierdas los consejos e indicaciones que te damos a continuación y que tienen relación con la dosis, la temperatura del agua o el tiempo de exposición.
Utiliza solo lejía alimentaria
Cuando hablamos de desinfección de alimentos, la única lejía que puedes utilizar es la que está calificada como de uso alimentario. Sin excepciones. Comprueba que la etiqueta señala que es lejía alimentaria o que es apta para la desinfección del agua de bebida. Si no es así, no la utilices en tu cocina bajo ningún concepto.
Este tipo de lejías están formuladas con una concentración de cloro activo entre 35 g/L y 60 g/L. y deben cumplir lo exigido en el Real Decreto 1712/1991, de 29 de noviembre sobre Registro General Sanitario de Alimentos. El resto de lejías, utilizadas habitualmente para limpieza, contienen elementos que pueden penetrar en los vegetales que quieres desinfectar y suponer un peligro para tu salud.
Cómo calcular la dosis adecuada
En cuanto a la dosis de lejía alimentaria que debes utilizar es importante no quedarse corto, pero también no excederse. La Agencia de Salud Pública de Cataluña recomienda que para desinfectar alimentos con este producto, la proporción debe ser de 1.5 mililitros de lejía por cada litro de agua. Para que la medición sea precisa lo más aconsejable es utilizar una jeringuilla o vaso medidor. Si no dispones de estos elementos, puedes recurrir a una medición fiable que es la de diluir una cucharadita de postre con lejía alimentaria por cada 3 litros de agua.
Utiliza agua fría
Para que la lejía alimentaria sea eficaz debes diluirla siempre en agua fría (o tibia como mucho). Si utilizas agua caliente se pierde efectividad, ya que el hipoclorito que contiene emana gases con el calor y se evapora con rapidez, perdiendo su capacidad para desinfectar.
No mezcles la lejía
Al igual que ocurre con algunos productos que utilizamos para la limpieza del hogar, la lejía alimentaria no debe mezclarse nunca con otros productos químicos, solo con el agua en la que se tiene que diluir. Si la mezclas puede desencadenarse reacciones químicas que pueden resultar muy perjudiciales para tu salud. En cambio, utilizar solo lejía alimentaria es completamente seguro.
Cuándo diluir la lejía
Puede parecer una buena idea tener lejía alimentaria disuelta en agua y utilizarla cuando la vayas a necesitar, pero no lo es. La recomendación es que hagas la mezcla en el momento en el que necesites limpiar los alimentos que vas consumir, porque con las horas pierde su poder desinfectante. Si han pasado 24 horas desde que mezclaste el agua con la lejía, lo mejor es desechar la mezcla y prepara una nueva. De este modo podrás asegurar una desinfección eficaz.
Tiempo de uso
Una vez que sumerges los vegetales en agua mezclada con lejía alimentaria, debes esperar 5 minutos para garantizar que la desinfección es completa. Debes atenerte a esos minutos que te indicamos, porque si te excedes no aumentarás la eficacia de la lejía, pero sí puedes poner en riesgo tu salud, ya que se pueden generar derivados clorados que se traspasen a los alimentos que vas a consumir.
Lava con agua antes y después
Aunque la lejía alimentaria es muy eficaz para desinfectar los alimentos, eso no te evita que debas lavarlos con agua tanto antes como después de usar la lejía. Utiliza agua fría para ambos lavados y, si es necesario, elimina la tierra de los vegetales de piel dura con un cepillo.
Cuándo cortar los vegetales
Si vas a pelar y a cortar los vegetales, hazlo después de la desinfección con lejía, no antes. Si lo haces al revés, el cuchillo pueden arrastrar los patógenos externos al interior de los alimentos, por lo que es imprescindible desinfectarlos con anterioridad.
No solo para alimentos
Es recomendable que utilices también lejía alimentaria para desinfectar botes de bebida y latas de conserva, ya que pueden tener patógenos y gérmenes que contaminen el interior cuando las abras. Solo tienes que pasar un paño humedecido en agua mezclada con lejía alimentaria antes de abrir.