Enamorarse a partir de los 70 años, según una psicóloga: "El temor a perder a la pareja o a sufrir puede ser más intenso"
Meryl Streep, de 76 años, y Martin Short, de 75, viven un bonito romance desde comienzos de 2024. Por su parte, Pamela Anderson, de 58 años y Liam Neeson, de 73, acaban de confirmar el suyo
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¿Por qué un romance como el de Meryl Streep y Martin Short o el de Pamela Anderson y Liam Neeson puede sorprender tanto? En el primer caso, en parte porque ambos actores siempre aparecían acompañados por colegas de reparto de ‘Solo asesinatos en el edificio’ (iniciaron su 'love story' rodando esta serie), pero también porque quizá la sociedad asume que a partir de cierta edad enamorarse es difícil o casi imposible. “El amor se asocia con la juventud, aunque el corazón no entiende de edades, y en la madurez también florecen historias de amor tan intensas como sabias”, asevera Montse Díaz, psicóloga y neuropsicóloga, fundadora de Neuropsicoteca. “A los 70, 80 e incluso 90, el amor se vive con una mezcla de calma y profundidad”.
Ventajas de enamorarse a los 70 años
La experta incide en que a esa edad “ya no hay prisas ni presiones sociales, como tener hijos o hacer una boda sonada”. Díaz explica que en esta etapa vital se ama desde la experiencia, “conociendo mejor los propios límites, deseos y necesidades”.
Las personas 'mayores', continúa la psicóloga, “suelen tener una mayor claridad emocional, lo que les permite establecer vínculos más auténticos y menos condicionados por expectativas externas”. En definitiva, a esta edad se ama porque sí, no porque la vida nos ponga en el dilema de la necesidad, casi la obligación, de tener pareja, un tipo de presión más habitual cuando somos más jóvenes.
¿Otra ventaja? La compañía sincera, tal como explica Díaz. “El amor se convierte en un refugio, en una compañía que da sentido a los días y alivia la soledad”. Pero, al hilo de la falta de presiones sociales, también añade que a partir de los 70 “se ama sin máscaras, sin necesidad de impresionar, con una honestidad que solo los años enseñan”. Ya no se necesitan grandes hazañas que impresionen al otro: “La ternura renovada de los gestos simples cobra un valor inmenso como una conversación tranquila, una caminata de la mano o una mirada cómplice”. Y, por si fuera poco, “el redescubrimiento personal, porque enamorarse puede ser una forma de volver a sentirse vivo, de recuperar la ilusión y la curiosidad por el otro y por uno mismo”, asevera.
Miedos y retos de enamorarse a partir de los 70
Por supuesto, también está el lado oscuro de estos amores maduros. La psicóloga Montserrat Díaz nos indica uno: los miedos emocionales. “El temor a perder a la pareja, a sufrir o a no ser correspondido, puede ser más intenso debido al miedo a la soledad”. La salud es más frágil, por lo que las enfermedades o recaídas “pueden influir en la dinámica de la relación”.
No debemos olvidar un elemento que está presente: los entornos familiares, en especial los hijos y nietos. “A veces, los hijos o nietos pueden tener dificultades para aceptar una nueva pareja; incluso los cambios de rutina por tener que integrar a alguien nuevo en una vida ya establecida puede requerir ajustes importantes”, indica Díaz.
No es una segunda oportunidad: solo es una oportunidad distinta
Montse Díaz da algunos consejos para mantener viva la llama del amor maduro: “Mantener una comunicación abierta; cuidar la salud, tanto la emocional como la física; compartir actividades; respetar los espacios individuales y aceptar el pasado del otro”. No podemos ignorar que en esta etapa de la vida ha habido muchas experiencias vividas. Martin Short estuvo siempre enamorado de su única esposa, Nancy Dolman, fallecida en 2010; Meryl Streep ha compartido casi 40 años de su vida con Don Gummer, con el que tuvo cuatro hijos.
“Enamorarse a los 70”, concluye la experta, “no es una segunda oportunidad: es una oportunidad distinta, igual de válida y hermosa. Es la prueba de que el amor no tiene fecha de caducidad, y que siempre hay tiempo para volver a sentir mariposas… aunque ahora vuelen más despacio”.
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