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Francisco Herrero, psicólogo: "Si eres padre a los 50 tendrás que buscar otras alternativas de ocio con tu hijo"

Almeida y Fran Rivera
José Luis Martínez-Almeida y Fran RiveraFotomontaje con imágenes de Europa Press
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“Cuando uno es padre-abuelo, no quiere perderse ni un solo minuto del niño”, confesaba José Luis Martínez-Almeida, que acaba de cumplir 50 años, a Ana Rosa Quintana hace pocas semanas, cuando el embarazo de su esposa estaba muy avanzado. Pues bien, acaba de estrenar paternidad junto a Teresa Urquijo, por lo que se inicia en este momento una nueva vida como progenitor. Esa expresión que utilizó, la de "padre-abuelo", es una forma más o menos divertida de referirse a aquellos hombres que inician la aventura de la paternidad a una edad en la que, en teoría, ya no les corresponde ese rol. No son pocos los famosos que han tenido hijos por encima de los 50: Bertín Osborne, Francisco Rivera, George Clooney, Alec Baldwin…, son solo algunos ejemplos. Ahora bien, ¿cómo se aborda la responsabilidad de ser padre cuando la juventud nos abandona, qué retos y oportunidades nos ofrece? Hemos hablado con un experto para que nos cuente de qué manera vivir la paternidad en este tramo de la vida.

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Experiencia y estabilidad

Francisco Herrero, psicólogo profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universitat Jaume I de Castellón, nos da algunas claves: “A los 50 años se tiene una mejor posición económica: normalmente tienes la casa pagada o casi, e incluso tener una segunda residencia para el verano, mientras que a los 25 o 30 la vivienda y el dinero son generadores de estrés”. Otra clave en positivo es haber acumulado experiencias de vida, que nos dan herramientas para actuar: “Tienes experiencias vividas, sobre todo si has tenido hijos o los han tenido amigos y familiares, lo que te aporta una experiencia vicaria. Sabes qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal”. En el caso de haber sido padre con anterioridad, “tus hijos adolescentes o adultos te pueden ayudar en la crianza”, indica.

Y sí, por supuesto, también hay inconvenientes: la falta de resistencia física respecto a la veintena o la treintena es evidente. ¿Qué propone el experto? “Tendrás que buscarte alternativas de ocio con tu hijo o hija más intelectuales y menos físicas, como ver juntos películas, jugar a juegos de mesa…”. “Eso sí”, bromea, “te vas a ahorrar el gimnasio, porque un crío provoca un notable aumento de la actividad”.

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Cuidarse más y dejar que la prudencia se imponga

Francisco Herrero recuerda también la importancia de cuidarse a estas edades: “El tema del sueño hay que cuidarlo: cuanto mayor eres, más fraccionas el sueño; por tanto, es recomendable recuperar esa falta de sueño que suele provocar un recién nacido con microsueños a lo largo del día o, si te lo permite, alguna que otra siesta”.

La edad te quita reflejos, falta de la velocidad en la respuesta; pero a cambio, indica el experto, “desarrollas habilidades como la previsión y la prevención”. Cambiamos la rapidez de acción por la capacidad para anticiparnos a todo tipo de escenarios: ser padre a partir de los 50 es todo un reto, pero puede proporcionar al progenitor una serie de satisfacciones que, a los 25 o los 30, seguramente no habría sabido apreciar con la misma intensidad. Porque, como dice el alcalde de Madrid, se es más consciente del tiempo que se tiene.