El pueblo cordobés de la mujer de Luis Fonsi, Águeda, al que vuelven cada año "a desconectar de todo"
Lejos de los focos y las cámaras, este enclave ha sabido conservar su alma rural sin perder autenticidad
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Rincones de España que enamoran hay muchos, pero algunos tienen ese ‘algo’ especial que los convierte en destino recurrente, incluso para los famosos que ‘a priori’ parece que no tengan mucho que ver con ellos. Es el caso de Hornachuelos, un encantador pueblo cordobés que forma parte de la historia y el corazón de Águeda López, modelo española y esposa de Luis Fonsi.
Aunque él nació en Puerto Rico y ella ha vivido muchos años en Miami, ambos tienen una cita ineludible cada año: volver a Hornachuelos, donde la familia de Águeda conserva su hogar y sus raíces. Una escapada que mezcla descanso, naturaleza y tradición, y que cada vez despierta más interés entre los viajeros que buscan planes tranquilos en enclaves con alma.
“Aquí desconectamos de todo. Es un lugar muy especial para nosotros”, confesó el cantante en una entrevista. Sin duda un enclave en el que disfrutar de la familia y, cómo no, la buena comida, tal y como comentó el cantante en la citada entrevista en 'Y ahora Sonsoles', haciendo hincapié en que “el salmorejo y las croquetas me hacen ir el doble al gimnasio".
Un lugar con mucho encanto
Ubicado en el corazón de Córdoba, Hornachuelos es uno de esos pueblos que aún conservan la esencia del campo andaluz. Calles encaladas, miradores, olor a azahar, y una conexión directa con uno de los entornos naturales más espectaculares del sur: el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos. Y es que este espacio protegido, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es un paraíso para senderistas, observadores de aves y amantes de los paisajes vírgenes.
¿Qué ver en Hornachuelos?
En este pueblito hay mucho por descubrir. Uno de los lugares más singulares es la Almazara de Hornachuelos, donde es posible adentrarse en la tradición olivarera de la zona y degustar algunos de los aceites más característicos de la zona. También destaca el Palacio de Moratalla (al que, por cierto, muchos llaman ‘el Versalles andaluz’ por su semejanza arquitectónica).
Para los amantes del senderismo, el Sendero del Bembézar ofrece una de las rutas más populares dentro del parque natural, perfecta para recorrer en primavera u otoño. Y por supuesto, perderse por el casco histórico del pueblo es una experiencia en sí misma gracias a sus casas con buganvillas, patios escondidos y miradores con vistas al valle del Guadalquivir que hacen del paseo un verdadero viaje al corazón de Andalucía.
No puede faltar el buen comer
Aquí se come como en casa. Platos como el venado en salsa, las setas de temporada, el salmorejo cordobés o las naranjas amargas del valle forman parte de una tradición culinaria que pone en valor lo local. Hay bares y restaurantes que aún sirven el menú como lo hacía la abuela: con tiempo, cariño y productos del terreno.
Si estás planeando escaparte a Córdoba, no dudes en hacer una parada en tu ruta en este enclave que sin duda te conquistará, porque si los Fonsi repiten cada año, por algo será.
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