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El pueblo de Tenerife que ha enamorado a Mario Casas y a su familia, uno de los más bonitos de Canarias

Fotomontaje de Mario Casas y el litoral del pueblo canario
Mario Casas está enamorado de este lugarCordon Press / Barceló viajes
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Mario Casas se ha convertido en mucho más que el galán del cine español. Con más de dos décadas de carrera a sus espaldas, el actor ha sabido reinventarse y dejar atrás la etiqueta de ídolo adolescente para consolidarse como uno de los intérpretes más versátiles y respetados de su generación.

Este año ha vuelto a ser noticia gracias al estreno en Netflix de ‘Mi soledad tiene alas’, un proyecto muy personal dirigido por él mismo -y en donde también podemos ver a su hermano, Óscar Casas- donde Mario demuestra una vez más que su talento va mucho más allá del físico. Por otro lado, acaba de estrenar campaña publicitaria con Antonio Banderas y lleva meses sin fumar ni beber, dejando claro que está atravesando un momento muy bueno.

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Pero cuando apagan las cámaras y se cierra el set de rodaje, el actor busca algo completamente distinto: calma, naturaleza y desconexión. Y es que, aunque es habitual verlo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o incluso Los Ángeles, Mario guarda un cariño especial por un lugar muy concreto en el mapa: Garachico, un pequeño pueblo al norte de Tenerife donde pasa buena parte de sus veranos acompañado de su familia. Alejado de los focos, las alfombras rojas y el ajetreo mediático, aquí encuentra un refugio donde simplemente ser uno más. Pasea por sus calles empedradas, se baña en sus piscinas naturales y disfruta de la gastronomía local como cualquier otro viajero con buen gusto.

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Un pequeño rincón en el paraíso canario

Garachico no es el típico destino de postal canaria lleno de resorts y hamacas. Al contrario: es uno de esos lugares que parecen haberse detenido en el tiempo. Fundado en el siglo XV y prácticamente destruido por una erupción volcánica en 1706, el pueblo se reconstruyó sobre la lava y, desde entonces, ha sabido conservar un encanto que mezcla historia, naturaleza y autenticidad a partes iguales.

Garachico es uno de esos pueblos que enamoran a primera vista

Sus calles adoquinadas, sus balcones de madera, sus iglesias centenarias y el sonido constante del Atlántico convierten a Garachico en uno de los pueblos más bonitos no solo de Tenerife, sino de toda España. Y precisamente por eso, actores como Mario Casas, y cada vez más turistas, eligen este rincón para perderse.

Ideal para ‘perderse’

Uno de sus grandes atractivos son las piscinas naturales de El Caletón. Bañarse en estas formaciones volcánicas, creadas tras la erupción del Teide, es algo que no se olvida fácilmente. Las aguas cristalinas, las rocas negras y el mar rompiendo a pocos metros crean un escenario que parece sacado de una película… y que no sorprendería ver en la cuenta de Instagram de Mario. Tampoco dejan indiferente sus plazas, como la de la Independencia, y sus coloridas casitas.

Plaza de la Independencia de Garachico

Otro de los encantos del pueblo es su ambiente tranquilo y auténtico. Aquí no hay postureo ni prisas. Garachico es un sitio para desconectar de verdad. Nada de grandes discotecas ni multitudes. Solo paseos al atardecer, tapas con vistas al océano y charlas largas en una terraza. Es ese tipo de lugar donde el tiempo parece tener otro ritmo.

La gastronomía local también juega un papel importante. Si te gusta el pescado fresco, los mojos y el vino de la zona, aquí lo vas a disfrutar. Restaurantes como ‘Arístides’ o ‘El Mirador de Garachico’ ofrecen cocina canaria con ingredientes de la zona y unas vistas que completan la experiencia. Y si tienes suerte, puede que te cruces con algún famoso disfrutando del mismo plato que tú.

Además, los alrededores ofrecen una naturaleza impresionante. Desde Garachico se puede acceder fácilmente a rutas de senderismo, acantilados salvajes y bosques de laurisilva donde perderse durante horas. Ideal para los que, como Mario, disfrutan de una vida activa al aire libre, sin renunciar a la paz.

Si estás pensando en visitarlo, el verano es sin duda la mejor época para disfrutar de sus baños y su ambiente relajado. Eso sí, conviene reservar con tiempo, porque el secreto de Mario empieza a no ser tan secreto.

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